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Barcelona alerta del colapso de los centros escolares para el próximo curso

Si en los primeros años de la década de 1990 empezaron a cerrarse líneas en centros escolares de Barcelona por falta de demanda, ahora ocurre todo lo contrario. El informe presentado ayer por la concejal de Enseñanza, Marina Subirats, dibuja una situación preocupante acerca de la capacidad de la ciudad para hacer frente a las plazas que se demandarán para el curso próximo, sobre todo en los centros públicos. "Se está produciendo un aumento de la ratio [de alumnos por aula], que es de 25 niños en primaria y de 30 en secundaria, y para el próximo curso igual nos vemos obligados a recurrir a los barracones por falta de centros. Por eso requiero de la Generalitat la máxima colaboración para afrontar el problema", resumió Subirats.

La concejal proporcionó cifras: 81 grupos de 54 centros de enseñanza primaria de la ciudad están por encima de los 25 alumnos por aula y 60 grupos de 34 institutos de Enseñanza Media también superan su capacidad: 30 alumnos.

En el sector público, dos terceras partes de las escuelas que tienen parvulario están por encima del 90% de su capacidad y hay una docena de zonas donde prácticamente no hay ninguna plaza escolar libre para este curso. La situación es, según la consejera, de saturación, "lo cual puede originar problemas para una docencia de calidad", resaltó la concejal. Los problemas se repiten en los centros concertados: 420 grupos de 137 centros, desde infantil hasta ESO, tienen más de 25 alumnos, y más de 100 aulas tienen más de 27 alumnos.

Pero a juicio de Subirats, lo más preocupante es la situación de la red pública porque se encuentra en clara inferioridad numérica: del total de 112.000 plazas de infantil y primaria de este curso, 43.000 son públicas frente a las cerca de 69.000 privadas. Si se cuenta hasta los 16 años -el final del bachillerato- la proporción es de 37% de las plazas en centros públicos frente al 63% en los concertados y privados. Es casi la proporción inversa a la del resto de Cataluña, en que el sector privado representa el 42% y el público 58%.

Por distritos, los centros concentrados superan a los públicos en el Eixample, Les Corts, Sarrià-Sant Gervasi, Gràcia, Horta-Guinardó y Sant Andreu. Concertada y pública se encuentran prácticamente igualadas en Nou Barris, mientras que los centros públicos superan a los privados, aunque por muy poco, en Sants-Montjuïc. El distrito de Sant Martí es el único en el que las plazas públicas superan con creces a las concertadas, con el 56% frente a las 44%.

El incremento de natalidad de los últimos años, sobre todo por la población inmigrante, ha tenido un mayor reflejo en las matrículas de la red pública que, según Subirats, está casi al borde del colapso y no puede sobrecargarse más si se quiere mantener una buena calidad de la enseñanza.

El informe provocó un debate en el pleno municipal. El resto del equipo de gobierno se sumó a las críticas a los modelos de educación que resultarán tanto de la Ley de Calidad del Partido Popular en el Gobierno central como de la política que aplica el Ejecutivo catalán. "Si en Barcelona predomina la escuela privada es porque la Generalitat no quiere promover la pública y sí, en cambio, las escuelas de élite", destacó Jordi Portabella, de ERC. El portavoz del PP defendió la Ley de Calidad y criticó al equipo de gobierno por no crear más plazas de guardería.

¿Dónde están las 7.500 plazas prometidas?, se preguntó desde las filas del PP. "Es lo que calculamos que nos tocaba cuando el anterior consejero de Enseñanza, Xavier Hernández, prometió la creación de 30.000 plazas nuevas. De todas formas, nosotros ya hemos creado 1.000 plazas", replicó el alcalde, Joan Clos.

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