El PSOE admite que "la música" de la Ley de Sanidad "no suena mal"

Las primeras reacciones a la nueva Ley de Sanidad han sido cautas, tras su presentación el miércoles a la Comisión de Subsecretarios y su distribución entre los consejeros autonómicos. El PSOE admite que "la música no suena mal", aunque plantea una defensa "rotunda" del sistema público. CiU trabajará "para el consenso", pero anuncia discrepancias. El más duro es el PNV, que tilda la ley de "LOAPA sanitaria".

"La música de la ley no suena mal, pero la letra no la conocemos aún", manifestó ayer a este diario Consuelo Rumí, secretaria de Políticas Sociales y Migratorias del PSOE. Pastor se entrevistará con Rumí el próximo martes dentro de una ronda de contactos sobre la ley que ha iniciado. Ayer recibió a representantes del PP y el PNV, así como a los secretarios generales UGT y CC OO.

Puesto que Pastor subrayó el miércoles que su propuesta mantiene el grueso de la vigente ley de 1986, Rumí señaló ayer que eso hace posible ir hacia un consenso. "En cualquier caso", agregó, el PSOE tiene posiciones claras" a las que no piensa renunciar. "A nuestro juicio", precisó Rumí, "tiene que haber una apuesta rotunda por el mantenimiento del predominio de lo público dentro del Sistema Nacional de Salud. Que quede claro: nada de modelos Alzira de privatización".

Una segunda condición que puso Rumí es que las nuevas prestaciones que se incorporen al catálogo "deben ser financiadas a cargo de los presupuestos generales del Estado". "Además", agregó, "el Consejo Interterritorial debe ser el que tome decisiones sobre qué prestaciones y fármacos hay que incluir en el Sistema Nacional de Salud".

Rumí coincidió con la ministra al señalar que "el Ministero es la autoridad máxima, y su obligación es coordinar el sistema y luchar contra las desigualdades, sin invadir las competencias de las comunidades autónomas".

La opinión nacionalista

El consejero de Sanidad catalán, Xavier Pomés (CiU), optó ayer por no pronunciarse sobre el proyecto porque antes quiere estudiarlo en profundidad y reunirse con la ministra. Un portavoz de la consejería adelantó, no bstante, que tal y como quedó patente en las jornadas técnicas de sanidad celebradas en Sitges el viernes pasado, organizadas por la Generalitat y la Fundación Salud, Innovación y Sanidad, el Gobierno catalán está dispuesto a "trabajar para lograr el consenso, como siempre ha demostrado; aunque, teniendo en cuenta el marco que suponen las competencias de las comunidades, hay algunas cuestiones en las que no está de acuerdo".

Esta posición contrasta con la del Gobierno vasco El consejero de Sanidad, Gabriel Inclán (PNV), calificó el proyecto de "LOAPA sanitaria" porque, dijo, concede al Estado la facultad de acreditar los servicios sanitarios en todas las comunidades españolas. Inclán expresó su preocupación porque a través de una "mal entendida coordinación", el Gobierno quiera reasumir las competencias de las comunidades. "Papá Estado quiere demostrar que las comunidades son incapaces de gestionar las competencias", opinó.