Cinco menores, entre 17 rumanas liberadas de una red de proxenetas

Agentes de la Policía Nacional detuvieron el miércoles a cinco personas, todas de nacionalidad rumana, como presuntas cabecillas de una red dedicada al secuestro de mujeres para prostituirlas en locales de la provincia de Alicante. La intervención permitió liberar a 17 mujeres de la misma nacionalidad, cinco de ellas menores, según informó ayer la Comisaría de Alicante.

Durante la operación policialse detuvo además a otros 20 rumanos, si bien no ha quedado acreditada su implicación en la red de proxenetas.

Las indagaciones se iniciaron hace una semana, a raíz de una petición realizada por la embajada de Rumanía. La diplomacia rumana alertó a las autoridades españolas de la posible implantación de una organización de proxenetas rumanos, después de recibir numerosas denuncias por desaparición de menores, de 15 y 16 años. Las familias sospechaban que las menores habían sido captadas y retenidas por una organización para prostituirlas. Fue entonces cuando la Unidad contra las redes de Inmigración y Falsificación (Ucrif) del Cuerpo Nacional de Policía activó un dispositivo para localizar y neutralizar a la banda.

Según fuentes de la investigación, la red operaba en Orihuela (Vega Baja) y Dénia (Marina Alta). Los integrantes de la banda se enfrentaban a delincuentes nacionales y empleaban, según la policía, "una gran violencia" en la reyertas, causando agresiones y riñas multitudinarias en las proximidades de algunes clubes de alterne de la zona.

Jerarquía

La organización estaba "perfectamente" estructurada con una jerarquía muy marcada, basada en un sistema piramidal, según precisaron fuentes de la investigación. Había células distintas para cada cometido: captación, traslado, control de explotación y control financiero de la banda. Colaboraban y mantenían contactos, además, con otras grupos organizados que operan en países del Este.

La red captaba a las mujeres, sobre todo a menores, en Rumanía, desde donde las trasladaba hasta España a través de furgonetas. Una vez aquí, las mujeres eran amenazadas e, incluso, se les advertía del riesgo que corrían sus familiares en Rumanía si no accedían a sus pretensiones. La operación policial, en la que participaron siete grupos de intervención, se desplegó en siete locales de alterne y domicilios, ubicados entre Orihuela a Dénia.

La operación se saldó con 25 detenciones, entre ellos los supuestos cinco cerebros de la red. Los otros 20 arrestados permanecen retenidos por carecer de documentación, por lo que están a la espera de que se les aplique la Ley de Extranjería.

Los máximos responsables de la banda, tres de ellos mujeres, están acusados de un delito de tráfico ilícito de seres humanos, explotación en el ejercicio de la prostitución, lesiones, coacciones y amenazas.