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EL HUNDIMIENTO DEL 'PRESTIGE'

Europa inspeccionará 4.000 'barcos basura' cada año a partir del próximo verano

Una directiva prohíbe navegar en aguas comunitarias a buques como el 'Prestige' a partir de 2005

Gabriela Cañas

En los puertos europeos se inspeccionan cada año unos 700 barcos. Con las normas comunitarias que deben entrar en vigor en el verano próximo, hasta 4.000 barcos basura se tendrán que someter a tales controles. El Prestige, incluido por Bruselas en tal categoría, estaba ya sentenciado a muerte por las normas comunitarias. La directiva sobre control en los puertos en vigor desde 1997 prevé la prohibición de navegar por aguas comunitarias a partir de 2005 a este tipo de buques peligrosos por su tamaño, avanzada edad, su bandera de conveniencia, las pocas inspecciones sufridas y por tener un solo casco.

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Otros barcos basura más pequeños y algo menos peligrosos desaparecerán de nuestras aguas progresivamente antes de 2015.

El accidente del Prestige ha pillado a la UE en plena tarea legislativa. De estar en vigor algunas de las normas ya aprobadas, el accidente no hubiera ocurrido cerca de nuestras costas. De ahí que Loyola de Palacio enviara ayer una carta a los 15 ministros de Transportes de la UE para que den máxima prioridad a las nuevas reglas.

Actualmente, la directiva en vigor obliga a los puertos a inspeccionar de forma aleatoria (sin tener en cuenta su peligrosidad) el 25% de los barcos que hagan escala en ellos. Según un estudio de Bruselas, en 1998 la mitad de los petroleros inspeccionados presentaron deficiencias, pero lo que movió a reforzar las medidas de seguridad fue el accidente del petrolero Erika, que causó una grave marea negra en las costas francesas de Bretaña en 1999. Fue el llamado Paquete Erika I, aprobado en 2000 y que debe entrar en vigor el próximo verano.

Las dos medidas fundamentales que prevé son: imponer normas estrictas a las sociedades de clasificación para que éstas extremen sus criterios de calidad y estén obligadas a afrontar una responsabilidad ilimitada en caso de que haya una responsabilidad probada de la tragedia, y obligar a centrar las inspecciones (ese 25% ahora aleatorio) en los barcos basura, es decir, los que representan un mayor riesgo, como el Prestige.

La UE ha aprobado posteriormente otro conjunto de medidas, bautizado como Paquete Erika II. La principal consiste en imponer un exhaustivo seguimiento del tráfico marítimo obligando, por ejemplo, a los barcos a contener una caja negra y un historial detallado. Otra consiste en establecer la Agencia de Seguridad Marítima europea, que ya está formándose para que pueda ser operativa en agosto del próximo año.

En este contexto, la carta de Loyola de Palacio recuerda a los 15 países que nada impide que los Gobiernos nacionales adelanten la entrada en vigor de normas ya aprobadas en Bruselas y que pueden evitar desastres ecológicos como el sufrido ahora. Sin embargo, con las normas ya en vigor, a Bruselas le resulta evidente que los barcos más peligrosos están evitando los puertos europeos para evitar inspecciones. Que tanto Grecia (el Prestige hizo escala en Kalamata también en junio pasado) como el Reino Unido aleguen que el petrolero no entró en sus puertos le parece a la Comisión Europea la prueba evidente de cómo los armadores sortean ya las normas de seguridad marítima europeas.

El Parlamento Europeo debatirá mañana todo este asunto. El Partido Socialista y el Partido Popular han preparado sendos proyectos de resolución en los que piden que se acelere la retirada de los barcos monocasco, que Europa prohíba la circulación de buques con banderas de conveniencia y que la Comisión adopte medidas para reparar los daños, "con especial atención hacia la industria pesquera".

El presidente francés, Jacques Chirac, alzó ayer su voz para exigir a la UE que tome "medidas draconianas, serias y severas" capaces de impedir la repetición de catástrofes como la del petrolero Prestige, informa Joaquín Prieto. Chirac se declaró "horrorizado" por "una especie de incapacidad de los responsables políticos, nacionales y europeos, para tomar medidas que resultan obligadas, para luchar contra la manga ancha con que se permite navegar a los barcos basura, o simplemente peligrosos, bajo pabellones de conveniencia y en condiciones inaceptables".

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Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

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