La casa museo de Sorolla recupera la pintura y el espíritu del artista

La reordenación integral del museo Sorolla, en Madrid (General Martínez Campos, 37, www.mcu.es/nmuseos/sorolla), pretende "recuperar el espíritu y sentido de las casas museo", según declaró ayer Joaquín Puig de la Bellacasa, director general de Bellas Artes y Bienes Culturales, en la presentación del edificio rehabilitado durante un año, con una inversión de 848.160 euros. Los espacios de la vivienda exponen 250 cuadros.

La casa donde vivió y trabajó Joaquín Sorolla y Bastida (1863-1923) los últimos años de su vida entró en el Plan Integral de Museos, del Ministerio de Educación y Cultura, para ofrecer una nueva imagen en las estructuras y exteriores y en el planteamiento de la museografía, con el fin de recuperar el ambiente original de la vivienda y los tres talleres del "pintor de la luz". Con unos fondos de 1.284 obras, entre pinturas y dibujos, de las que se exponen 250, el museo recibe 60.000 personas al año.

El edificio se construye en 1911, con planos del arquitecto Enrique María de Repullés y Vargas, en el solar que el pintor compró en 1905 para levantar su casa madrileña. El artista intervino en la distribución de los espacios, con la separación entre la zona de trabajo y la familiar, y en el jardín, con detalles que recuerdan los Reales Alcázares de Sevilla y el Generalife de Granada. La reforma ha afectado a la pintura de las fachadas y la restauración de las pérgolas y fuentes, temas que aparecen en varios cuadros y apuntes de la colección. Los "graves problemas estructurales", según el arquitecto, José Pérez Pinto, se han solucionado sobre todo en las cubiertas de los tres estudios, que vuelven a tener los espacios y colores originales, y la revisión de las instalaciones.

A partir de mañana, tras la reapertura de hoy, por la ministra Pilar del Castillo, el visitante puede recorrer de nuevo la obra de Sorolla y sus colecciones de cerámica y cristal. El museo se crea por donación al Estado de la viuda del pintor, Clotilde García del Castillo, en 1925, que se acepta seis años después por una de las últimas órdenes firmadas por Alfonso XIII. Se abre en 1931, siendo el hijo del pintor, Joaquín Sorolla García, el primer director, que a su muerte, en 1948, dona sus bienes a la fundación.

El director de la casa museo Sorolla, Florencio de Santa-Ana, recordó ayer que se intervino en el museo en 1984, pero que el actual proyecto museográfico se ha podido realizar con toda la documentación del edificio. La restauración devuelve la sala ocupada por la Hispanic Society de Nueva York y afecta también al mobiliario, textiles y una nueva señalización.

La segunda edición del catálogo de pintura, en dos volúmenes, y la guía abreviada permite un recorrido por las tres grandes salas de la planta principal, con una primera con las piezas representativas de sus etapas de formación, consolidación, culminación y últimos años. Las escenas de playa ocupan la segunda, y en la siguiente se muestran los retratos, los jardines y las piezas de pequeño formato. El recorrido sigue por el salón, comedor, jardines y patio andaluz, la escalera y la planta segunda (antiguos dormitorios), con pinturas y objetos del artista.