Cocina casera para un público heterogéneo

En un espacio sin pretensiones, pero con el encanto de su barra de mármol y cristaleras en la zona de entrada, El 9 abre a diario a mediodía, salvo los martes, en ese mismo número de la calle de Santa Teresa de Madrid. Los rústicos muebles de madera concentran a un público variado de profesionales que trabajan en torno a la calle de Argensola (a veces también gente de la farándula) y que no ven reparos en los simples manteles de papel, pues a cambio el trato es familiar, y los platos, baratos, abundantes y de calidad.

En la barra suelen observarse grupos que esperan mesa ante una ración de queso de cabrales (5,41 euros) directamente traído de Asturias. Grupos mezclados y de muy diferentes edades: desde los habituales del barrio hasta los jóvenes que, con pocas ganas de cocinar, se acercan los fines de semana.

Hace 46 años que Constantino Menéndez, originario de Cabañas, en el concejo asturiano de Tineo, abrió con sus tíos este local en el que triunfa la comida casera. Menéndez, de 61 años, se sitúa ante los fogones con buenas materias primas y un principio culinario: la mano, ya que en su opinión esta labor se resume principalmente en una frase que oía desde niño en las cocinas de su tierra: 'qué buena mano tienes'.

Así, los platos del día sirven de ejemplo de una comida sencilla y bien preparada. Los lunes, el cocido madrileño (6,61 euros); miércoles, patatas con ternera (4,21) y albóndigas (4,81); jueves, lentejas (4,21); viernes, fabada asturiana (6,01), y sábado, pote asturiano (5,11).

Apoyado por las atenciones de Miguel Ángel Pérez en la barra y María José Casco Ramírez en las mesas, Constantino Menéndez basa el éxito de su local en la complicidad con los clientes y en el hecho de que, según dice, 'la carta está sellada antes del euro'.

Los precios de platos básicos como los huevos al plato, 1,50 euros, o las tortillas de escabeche, espárragos o chorizo, 3,30, contrastan con otras propuestas de mayor envergadura, como la merluza con mayonesa o a la romana, que sube a 14,42 euros. De postre, la tarta de yema (2,40) o fruta de temporada. No se sirve café.