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La OMC permitirá exportar genéricos a países en emergencia

Los laboratorios deberán obtener autorización de sus Gobiernos

La Organización Mundial del Comercio (OMC) logró ayer un acuerdo que permitirá a ciertos países producir medicamentos hoy bajo patente y exportarlos como genéricos a otros países que los necesiten imprescindiblemente, por ejemplo, contra el sida (28 millones de infectados sólo en África) o la malaria (casi 500 millones de casos). Pero el acuerdo plantea condiciones: los genéricos sólo podrán comercializarse en países en emergencia sanitaria y tras autorización expresa del Gobierno del exportador.

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Con este acuerdo, se da un paso hacia el acceso de los países pobres a medicamentos contra enfermedades como el sida, la tuberculosis, la malaria o la neumonía. Pero los países poseedores de patentes -EE UU, la UE y Suiza- se aseguran de que el mercado internacional no se vea inundado de fármacos más baratos producidos en algunos países en desarrollo como Brasil, India o Suráfrica.

El acuerdo logrado es una aplicación del compromiso alcanzado el año pasado en la cumbre de la OMC en Dohá (Qatar), que autorizaba la producción nacional de genéricos en crisis sanitarias. Este acuerdo dejaba en desamparo a los países más pobres, carentes de industria farmacéutica capaz de fabricar genéricos y forzados, por consiguiente, a comprar medicamentos con patente, mucho más caros. Por su parte, Brasil, Suráfrica e India, que sí cuentan con producción propia de genéricos, no podían hasta ahora venderlos legalmente a otros países.

Suiza, con una fuerte industria farmacéutica, mantiene que sólo puedan beneficiarse los países más pobres. Los países en desarrollo se niegan a que haya discriminaciones dentro de su grupo según el nivel económico y pretenden que todos puedan solicitar genéricos si la situación sanitaria así lo requiere.

Las principales ONG que han impulsado la lucha por el acceso de los países pobres a medicamentos básicos plantearon ayer algunas dudas sobre el acuerdo. Intermón Oxfam, por ejemplo, acusó a los países ricos de 'seguir defendiendo los beneficios de la gran industria en detrimento del derecho a la salud de las personas más pobres del planeta'. Según esta ONG, el acuerdo al que ahora se ha llegado exige que las compañías suministradoras de fármacos baratos contra las enfermedades que flagelan a los países pobres obtengan autorización expresa de su propio Gobierno antes de exportar. 'De este modo, el país importador dependerá inaceptablemente de la voluntad de otro Gobierno', dice Intermón Oxfam.

Kathryn Dinh, de Médicos Sin Fronteras (MSF), señala: 'La ironía es que mientras los países en desarrollo han sido presionados en Sydney, la opinión pública en el mundo desarrollado los respalda. Los parlamentos de Francia, Bélgica y Holanda apoyan las propuestas de muchos países en desarrollo. Y los principales periódicos de EE UU son críticos hacia la postura oficial de su Gobierno'. Por otra parte, MSF insistió ayer ante la compañía suiza Roche para que baje el precio del fármaco antisida Viracept en África subsahariana. Según la ONG, mientras en Suiza vale 6.169 euros por persona y año, en África cuesta 3.130, lo que resulta inasequible para esa población. En Brasil, el Gobierno consiguió negociar con Roche un precio de 2.336 euros. Según un portavoz empresarial, 'el Viracept ha bajado todo lo posible' y otro de sus fármacos, Inarase, cuesta menos que los genéricos.

En España, el llamado cóctel de antirretrovirales cuesta casi 25 euros al día, mientras que el laboratorio indio Cipla lo ofrece a poco más de un euro diario.

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