EE UU aprueba un desfibrilador doméstico para tratar el infarto
El aparato analiza el ritmo cardiaco y emite descargas controladas
EE UU ha aprobado el primer desfibrilador doméstico del mundo. Este aparato portátil, que cuesta 2.295 dólares, produce la descarga eléctrica necesaria cuando un infarto degenera en una arritmia ventricular, que causa la muerte en 10 minutos.
En este caso, o la intervención es rápida, o no sirve. Un 40% de los infartados no llega al hospital; fallecen antes porque el infarto, que se produce cuando no llega suficiente sangre al corazón, degenera en una arritmia ventricular. Ésta hace que el corazón funcione de forma desacompasada y rápida, es la llamada fibrilación ventricular. Como resultado, no se bombea sangre. Aunque se puede dar en personas sin antecedentes, es frecuente que aparezca en las cicatrices de los infartos. El único tratamiento eficaz es suministrar una corriente eléctrica que ponga el corazón en orden.
El desfibrilador sólo está disponible en EE UU y bajo prescripción médica. La empresa fabricante, Philips, afirma que en 2003 comenzará los trámites para venderlo en Europa. Asegura que no es necesaria mucha preparación para que lo use quien esté con el infartado, ya que una grabación indica lo que hay que hacer en cada paso y recuerda que hay que llamar a urgencias. Para dar una descarga, el aparato verifica que el pulso es anormal. Después, el aparato vuelve a medir el pulso y si es necesaria otra descarga lo dice. El acompañante no debe tocar al infartado durante la descarga.
El cardiólogo Emilio Marín explica que el avance no es tanto tecnológico, pues ya existen desfibriladores pequeños en aeropuertos y estadios, como de uso: 'Que EE UU lo apruebe en uso casero certifica que hay que acercar los desfibriladores a la población. En España hay más de 60.000 infartos al año'.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.