Tres días de noviembre
Por primera vez en la historia reciente de los mercados, el Servicio de Defensa de la Competencia ha trasladado al Tribunal del mismo nombre una denuncia que recoge 'indicios claros' de pactos entre las grandes compañías eléctricas españolas -Endesa, Iberdrola y Unión Fenosa- para elevar artificialmente el precio de la electricidad durante los días 19, 20 y 21 de noviembre de 2001. Las presuntas prácticas colusorias sobre las que deberá informar el Tribunal, denunciadas inicialmente por la Comisión Nacional de la Energía, consiguieron elevar el precio del kilovatio hasta un 60% mediante el procedimiento de introducir en la subasta electricidad procedente de centrales de fuel, la más cara. Una elevación tan pronunciada no podía pasar inadvertida a las autoridades energéticas.
Cualquier observador deducirá fácilmente que en un mercado dominado en el 90% por tres empresas, cuyas cuotas en abonados se mantienen prácticamente inamovibles en los últimos 30 años, la probabilidad de acuerdos de precios es muy elevada. Tampoco se le escapará que el Gobierno configuró la ficción de que se ponía en marcha una liberalización eléctrica que sólo aparece sobre el papel. El caso es que el mercado eléctrico español es apenas un mercadillo etéreo que poco representa para los consumidores -cuyas tarifas son sistemáticamente decididas por el Gobierno mediante misteriosos cálculos- y mucho menos para los inversores bursátiles que regularmente premian a las empresas que menos dinero apuestan en inversiones.
La respuesta de la patronal eléctrica Unesa da pie a interpretaciones de doble filo. En su opinión, 'no ocurrió nada excepcional' durante los días investigados. ¿Debe deducirse que se consideran normales subidas de precios de hasta el 60%? ¿O que el mercado eléctrico funciona habitualmente con acuerdos de las compañías sobre el precio que se fija en cada momento, con el fin de presionar al Gobierno para que cambie el marco tarifario a uno más favorable a los intereses de las empresas? Recuérdese que Economía ha abandonado recientemente la fórmula de reducciones anuales del precio de la electricidad y lo ha sustituido por otro de 'subidas inferiores al IPC' hasta 2010. Bien está que Competencia investigue los tres días de noviembre; pero que examine también el resto de los días de mercado.
