Telefónica denuncia pérdidas de 14 millones de euros este año por robos en las cabinas
Los 60.000 terminales que hay en España han soportado 65.000 atracos entre enero y septiembre
Telefónica ha presentado una denuncia en los juzgados de Madrid en la que indica que la ola de atracos a cabinas públicas registrada entre enero y septiembre de este año le ha supuesto un coste de 14 millones de euros (unos 2.300 millones de pesetas), incluidas recaudaciones y arreglo de terminales. La compañía reclama al Gobierno que la policía estreche la vigilancia a las cabinas en su doble faceta de elemento de mobiliario urbano y servicio público. Los datos de Telefónica son espectaculares: en los citados nueve meses de 2001, las 60.000 cabinas que hay en España han sufrido 65.000 atracos.
La compañía Telefónica está intentado todo para frenar los continuos robos que en los dos últimos años, y especialmente en lo que va de éste, están soportando las 60.000 cabinas públicas instaladas en las calles de España. Está introduciendo innovaciones tecnológicas en los sistemas de las cabinas para dificultar las fechorías de los cacos, pero éstos rápidamente modifican sus ilícitas artimañas y logran esquivar las trabas.
Los datos sobrecogen por su volumen: en los nueve meses que median entre enero y septiembre de este año, según datos de la compañía, se han producido más robos -algo más de 65.000- que cabinas posee la compañía (unas 60.000 en toda España). Esta abultada cifra de atracos, que ha encendido todas las alarmas en Telefónica, hasta el punto de denunciar la situación ante los jueces, contrasta con la del año pasado: en los doce meses de 2001 se registraron cerca de 20.000 atracos a cabinas en España (45.000 menos que los registrados en los nueve meses que median entre enero y septiembre de 2002).
Quebradero de cabeza
El método de los cacos consistente en perforar con una taladradora portátil una parte del terminal telefónico es el que más quebraderos de cabeza está dando a la compañía Telefónica. Los atracadores, verdaderos expertos en la materia, actúan en grupos de cuatro o cinco personas, según fuentes del sector de las telecomunicaciones.
Mientras varios miembros del grupo rodean la cabina para vigilar, los otros operan en la misma y, con una taladradora portátil, hacen un agujero que desactiva la alarma y que permite abrir el arca que contiene la recaudación. Para ello utilizan también una llave falsa de elaboración casera.
Según los citados medios, una vez sustraída la recaudación, los ladrones tapan el orificio con pegamento o plastilina de un color similar al del arca para disimular los daños. Con ello también consiguen que la alarma del telefóno quede bloqueada y no emita ninguna señal a la central de Telefónica.
Los daños y perjuicios están resultando enormes, no sólo porque los delincuentes se llevan la recaudación; también porque la cabina precisa entonces ser reparada. Ello supone gastos en mano de obra y repuestos. Sólo este año estos atracos han causado a Telefónica un perjuicio que la propia compañía evalúa en unos 14 millones de euros (en torno a 2.300 millones de pesetas). Según la denuncia de Telefónica, todo esto puede 'afectar a corto plazo al normal desarrollo de la telefonía pública de pago'.
Telefónica entiende que las cabinas constituyen un servicio público que por ley está obligada a prestar, si bien estos factores externos lo están encareciendo hasta el extremo de que éste pueda resultar totalmente inviable si no se ponen remedios.
Bandas mafiosas
Lo que Telefónica pretende es que se incremente sustancialmente la vigilancia policial en torno a las cabinas. No llegan a 400 las personas detenidas en los últimos años por robos en cabinas. La compañía está convencida de que el espectacular incremento de robos no obedece a un hecho aislado o puntual. Al contrario, sostiene que detrás de este aumento de atracos hay bandas totalmente organizadas que se mantienen a costa de lo que roban en las cabinas. La mayoría de los miembros de estas bandas proceden de países del Este: Rumania, Polonia y Rusia son algunos de éstos, según los citados medios.
Un portavoz de Telefónica admitió ayer que las cabinas están sufriendo una oleada de robos y subrayó que es necesario que la policía 'estreche' la vigilancia en torno a ellas 'como elementos del mobiliario urbano'. Matizó que los daños causados, entre recaudación y desperfectos, son 'algo inferiores a los 14 millones de euros' y precisó que, pese a la avalancha de robos, siempre 'habrá cabinas en las calles'. 'Hemos instalado ya seis cabinas con Internet y el año que viene pondremos más', dijo.
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