Telefónica se enfrenta al robo masivo de cable en Argentina

La crisis económica y social por la que está atravesando Argentina se está convirtiendo en una verdadera pesadilla para Telefónica. Al crecimiento de los impagos de recibos, los efectos de la pesificación de las tarifas y la caída general del consumo, se le ha sumado ahora el vandalismo contra las instalaciones públicas de la compañía.

La última versión de este pillaje es el robo del tendido de cable telefónico, que los ladrones sustraen para vender el cobre del que está fabricada la línea en las chatarrerías. Sólo en lo que va de año, se ha contabilizado la sustracción de más de 110 kilómetros de tendido, evaluado en unas pérdidas directas de 600.000 euros (100 millones de pesetas). Sin embargo, lo que más preocupa a los responsables de la filial argentina de Telefónica son las consecuencias que tienen esos actos delictivos sobre el servicio telefónico, puesto que alrededor de 20.000 abonados se han quedado sin teléfono por culpa de estos robos, según fuentes de la compañía.

Los robos se producen tanto del tendido aéreo como del que discurre subterráneamente, y no sólo afecta al servicio de cientos de clientes residenciales, sino que también ha dejado incomunicadas a unidades sanitarias o salas de primeros auxilios.

Aunque la desaparición de cable se produce en todo el país, la zona más afectada es la periferia de Buenos Aires, donde diariamente ocurren un promedio de 50 robos. En el resto del país, los índices delictivos, por la frecuencia y nivel del robo de cables, están encabezados por el resto del interior de la provincia de Buenos Aires, en donde destacan las ciudades y zonas de influencia de La Plata, Pergamino y Mercedes. En el interior del país los robos se repiten en las zonas de Mendoza, San Luis y San Juan y la región Patagónica.

También se han incrementado los daños sobre las cabinas telefónicas.

La gravedad del fenómeno ha llevado a Telefónica a habilitar, durante las 24 horas del día, el servicio de llamadas gratuitas 0-800-333-3433 para realizar denuncias sobre hechos delictivos en inmediaciones de los tendidos telefónicos, subterráneos o aéreos que posibiliten evitar la incomunicación por sustracción de cables.