Próxima parada, Europa
Microsoft trata de aplicar su acuerdo con EE UU en la UE, pero la competencia niega su validez
Los competidores de Microsoft en Estados Unidos no se han rendido. Compañías como AOL o Sun ya han anunciado que apelarán la decisión de la juez Kollar-Kotelly de imponer restricciones a la manera de hacer negocios de Microsoft que, dicen, no impedirán que la compañía de Bill Gates siga abusando de su posición de dominio en los sistemas operativos para PC. Cuentan para ello con estudios y declaraciones de, entre otros, el premio Nobel Joseph Stiglitz. Pero la demanda está en la UVI. El Gobierno de EE UU y nueve de los 18 Estados han firmado el acuerdo, mientras que la juez ha reñido a los otros nueve fiscales porque cree que no defienden los intereses de los consumidores, sino de los competidores de Microsoft. Por eso, la esperanza de éstos ha cruzado el Atlántico.
'Me avergüenzo de que la justicia de EE UU se haya dejado influir por la política', dice el presidente de uno de los 'lobbies' más activos contra Microsoft
La Comisión Europea (CE) estudia si Microsoft ha abusado de su posición de dominio al integrar Windows con su reproductor de música digital (Media Player), limitando así la posibilidad de que los programas de la competencia sean utilizados por los usuarios de Windows. La CE también está considerando si Microsoft impide la comunicación entre los PC que funcionan con Windows y los servidores que utilizan software de otras compañías. Se trata, en fin, de impedir que Microsoft utilice la ventaja que le otorga Windows -utilizado en 9 de cada 10 ordenadores- para extender este dominio a otros negocios, en este caso, la música digital y los servidores. ¿Puede influir el pacto firmado en Estados Unidos en el caso europeo? Microsoft cree que sí. Sus competidores opinan que no.
La compañía de software explica que se ha comprometido con la justicia estadounidense a cumplir lo que también exige la Comisión Europea, es decir, a no abusar de Windows. 'Microsoft ha aprendido y madurado con esta experiencia, y sabe que tiene una responsabilidad especial [por el poder de Windows]', explica Horacio Gutiérrez, responsable de los temas legales de Microsoft para Europa. Por eso, la compañía ha presentado el pacto a las autoridades europeas de la competencia 'porque algunos elementos relevantes de este acuerdo pueden ayudarles en su decisión', dice Gutiérrez que, en todo caso, quiere dejar claro que Europa 'es autónoma en sus resoluciones'.
Hay dos puntos del acuerdo entre Estados Unidos y Microsoft que, según ésta, podrían servir para acabar con el caso europeo. En primer lugar, la compañía de software se ha comprometido a ofrecer a los fabricantes de programas para servidores toda la información técnica que necesiten para poder comunicarse con los PC que funcionan con Windows. Esta decisión solucionaría, según ella, la demanda europea.
Sus competidores lo niegan. La CCIA -siglas de la Asociación de Industrias de Informática y Comunicaciones- es un lobby que agrupa a fabricantes informáticos, entre ellos los mayores competidores de Microsoft (Sun, AOL, Oracle). Según la organización, Microsoft debería, además, ofrecer información para facilitar la comunicación entre servidores. Y eso si se da por hecho que Microsoft ofrecería toda la información que tiene en su mano sobre Windows e informaría a sus competidores de cualquier cambio, actualización o agujero de seguridad, 'lo que, hablando de Microsoft, es mucho suponer', opina Ed Black, presidente de la CCIA.
Un segundo precepto del pacto tiene que ver con la integración de Media Player en Windows. Cumpliendo con el acuerdo, los usuarios del sistema operativo Windows XP ya pueden elegir otro reproductor digital. Pero no pueden eliminar el de Microsoft, que es el instalado por defecto, 'lo que difícilmente puede considerarse igualdad de condiciones', opina Black.
La Comisión emitirá un dictamen preliminar, probablemente a finales de año. La esperanza de los competidores es que Europa sea, de nuevo, diferente.
'Microsoft dice a Europa 'olvidaos del caso, ¿no véis que desde ahora vamos a ser buenos chicos?' No creo que funcione como lo ha hecho en Estados Unidos', dice Ed Black, refiriéndose a las sustanciales diferencias que hay entre la resolución del juez Jackson, el primero que llevó este caso, y la que dictó Kollar-Kotelly. Jackson decidió, en junio de 2000, dividir a Microsoft en dos compañías como única manera de evitar que volviera a abusar de su monopolio; llamó a Microsoft 'indigna' y comparó a Bill Gates con el Vitto Corleone de El Padrino. Kollar-Kotelly acepta ahora una vigilancia sobre la compañía. Entre ambas decisiones se ha producido el acuerdo entre Microsoft y el Gobierno, propiciado por la elección como presidente de George W. Bush, que siempre estuvo en contra de perseguir a uno de los pilares de la economía de su país. 'Como ciudadano americano, siento auténtica vergüenza', dice Ed Black. 'Me avergüenzo', continúa, 'de que la justicia de este país se haya dejado influir por la presión política. El Gobierno ha abandonado la batalla cuando había ganado la guerra'.
Ordenador personal, año cero
Utilizo un ordenador personal. ¿Me afecta el acuerdo? En teoría, sí, porque los fabricantes de PC deberían tener libertad desde ahora para instalar en sus máquinas los programas que mejor les parezca. Una de las conductas monopolísticas de Microsoft, considerada probada por los todos juzgados por los que ha pasado este caso, era la de amenazar a los fabricantes de PC que incluían productos de la competencia con castigarles sin Windows, el sistema operativo más popular del mundo. Ahora, la mayor parte de los PC funcionan con Windows, y también con el resto de programas de Microsoft -el navegador, el gestor de correo electrónico-. El acuerdo obliga a Microsoft a establecer las mismas condiciones de venta a los 20 primeros fabricantes y no castigar al que decida incluir productos de la competencia. Esta obligación dura cinco años. ¿Debe Microsoft vender de manera separada sus productos? No. Microsoft ha conseguido convencer a la justicia de que tiene el derecho de integrar sus programas. Sí debe ofrecer información técnica a sus competidores para que sus programas funcionen en Windows exactamente igual que los suyos. ¿Debe Microsoft pagar alguna multa? No. Europa sí podría castigarla con una sanción de hasta el 10% de su facturación. Tengo un PC con Windows XP. ¿Puedo eliminar los programas de Microsoft? No. Pueden esconderse, pero Windows XP se venderá con los programas de Microsoft preinstalados y como primera opción. Sí es cierto que a partir de este verano los usuarios que utilicen Windows XP pueden decidir, pulsando un botón, utilizar los programas de la competencia. Ésta opina, en todo caso, que ya es muy tarde: pocos usuarios van a molestarse en buscar alternativas para los programas que ya utilizan frecuentemente. Tengo un ordenador con otro sistema operativo -Macintosh, Linux-. ¿Está Microsoft obligada a licenciar sus programas para ellos? Este caso trata de la responsabilidad de Microsoft como creador y poseedor de Windows, el canal por el que se distribuyen sus aplicaciones y las de la competencia. Por eso, debe dejar de utilizarlo para colar las suyas e impedir que se utilicen las de los demás. Pero no se le obliga a licenciar sus programas -algunos muy populares, como el procesador de textos Word- a ningún fabricante. En todo caso, Microsoft vende aplicaciones para Macintosh, aunque no para Linux. ¿Habrá más programas de 'software' donde elegir? Ése era el objetivo del caso y de las medidas adoptadas. Si éstas tendrán efectos positivos sobre la competencia en el negocio del software es algo que nadie se atreve a pronosticar.
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