_
_
_
_
Reportaje:

Trini toma el pulso a la noche

La candidata socialista a la alcaldía recorre Malasaña y Chueca para conocer de cerca sus problemas

'Espero que todo esto no se quede en propaganda, porque yo estoy desencantada de tanta promesa. Ojalá que tú prometas y cumplas'. Vicenta González López, una vecina que vive desde hace muchos años en un edificio de la plaza de Chueca, en el distrito de Centro, no tuvo ningún reparo en abrir las puertas de su casa a Trinidad Jiménez, candidata del PSOE a la alcaldía de Madrid. Y tampoco tuvo reparo en contarle que el ruido de la calle le impide dormir y que su cama tiembla.

La del viernes pasado fue una larga noche para Trinidad Jiménez. Desde las seis de la tarde estuvo recorriendo varias zonas del barrio de Chueca y se reunió con los vecinos para escuchar sus quejas y reivindicaciones. Después, sobre las once de la noche, apareció en la plaza de Chueca enfundada en unos pantalones ajustados, botas y un jersey color naranja que le daban un cierto aire informal.

Los chicos que a esa hora estaban de marcha no salían de su asombro. Unos creían que se trataba de Ana Botella, la esposa del presidente Aznar y probable integrante de la lista de PP al Ayuntamiento de Madrid, encabezada por Alberto Ruiz-Gallardón. Otros creían que era la actriz de alguna serie de televisión a la que seguían sin cesar cámaras y fotógrafos.

En los 20 minutos que Trinidad Jiménez pasó en la plaza de Chueca antes de subir a la casa de Vicenta González, repartió sonrisas a raudales. Más de uno se atrevió a piropearle: '¡Trini, pero qué guapa eres! Te vamos a votar hasta con la chupa de cuero', le gritó una joven que pasaba por el lugar, en referencia a la polémica chaqueta con la que la candidata iba a salir en un cartel promocional que fue retirado porque los encargados de su imagen consideraban que se la veía demasiado atractiva.En Chueca, el llamado barrio rosa por la presencia de gay y lesbianas, no faltó quien le pidiera a Trinidad Jiménez su opinión sobre una Ley de Parejas de Hecho que ampare a los homosexuales y dé la posibilidad de que éstos puedan adoptar niños. 'Nosotros queremos que se cree un marco jurídico para las parejas de hecho. Y en cuanto a las adopciones, creo que tenemos que regular una situación que ya se da porque muchas parejas homosexuales tienen niños que son de alguno de los miembros', contestó ella. También hubo quien aprovechó la ocasión para pedirle más flexibilidad con el botellón.

Ya en el piso de Vicenta, la candidata socialista escuchó las tribulaciones de esta vecina. 'Tengo que dormir en otra parte de la casa porque el ruido de los locales de abajo no me deja en paz. Cuando llega la hora de cerrar, la gente se queda dentro del local y se sigue oyendo el ruido. No sólo me tiembla la cama, sino los nervios y todo', afirmó. Ante lo que Jiménez le preguntó: '¿Acude la policía cuando usted le llama?'. 'Nunca', aseveró Vicenta.

En la calle de Gravina, un travesti elogió a Trinidad y le aseguró que le daría su voto. Y un grupo de chavales la detuvo para fotografiarse con ella.

En el barrio de Malasaña, miembros de la asociación vecinal del Dos de Mayo esperaban a Trinidad Jiménez en un bar de la calle de San Vicente Ferrer. Era la 1.30 de la madrugada. Grupos de jóvenes se apostaban a lado y lado de la calzada. Unos cantaban, otros charlaban. Muy pocos advirtieron la presencia de la candidata, inmersos como estaban ya a esa hora en la juerga colectiva.

En el bar, algunos vecinos de las calles de San Vicente Ferrer y de Velarde, dos zonas marcadas por el botellón, le contaron a Trinidad Jiménez que el ruido se incrementa por la concentración de bares. Una vecina admitió que desde que entró en vigor la ley antibotellón, hace tres meses, ha disminuido el problema.

La candidata acudió después al bar Pepe Botella, cuya propietaria le esperaba acompañada de otro grupo de vecinas. Allí, una vez más volvió a escuchar pacientemente a sus interlocutores. Una de ellas le espetó: '¿Cómo me convencerás para que te vote?'. La candidata asumió el reto y en pocos minutos le soltó toda una batería de medidas que, según ella, servirán para mejorar Madrid.

Una visita muy divertida

Caminaba la candidata socialista a la alcaldía entre periodistas, miembros de su equipo y algún que otro espontáneo que se sumó a la comitiva. Durante el recorrido por Chueca, un chico le dijo, con absoluta seriedad, que su favorito a la alcaldía es Alberto Ruiz-Gallardón, del PP. 'Gallardón es guapo, es elegante y tiene clase...', le explicaba el joven. 'Y qué pasa?', le interrumpió Trinidad Jiménez, '¿es que acaso yo no soy guapa, elegante y con clase?'. 'Sí', respondió el joven, 'pero es que él es hombre, y los gay somos machistas', añadió entre risas, antes de desaparecer entre el río de gente que ocupaba la calle. 'Ésta ha sido la visita más divertida de todas las que hemos hecho por Madrid', se oyó decir entre la comitiva de la candidata.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_