El número de pensionistas ha aumentado un 25% en el País Vasco en la última década
La mayor esperanza de vida, que implica el envejecimiento de la población, provoca la subida
El número de personas que recibe pensiones contributivas de la Seguridad Social en el País Vasco aumentó un 25% en el periodo comprendido entre 1991-2001. Esta subida es superior a la registrada en el resto de España, que llegó al 22%. El aumento de este tipo de pensionistas en Euskadi se debe al crecimiento de la esperanza de vida, lo que implica la existencia de más personas con derecho a pensión. Los ciudadanos que pueden cobrar esta prestación por haber cotizado a la Seguridad Social durante el tiempo exigido por la ley se acercan a los 450.000 en la comunidad autónoma.
En la actualidad, los mayores de 65 años representan el 17% de los ciudadanos vascos, cuando en 1991 rondaban el 12%. Respecto de la población ocupada, el número de pensiones contributivas experimentó un crecimiento de 5 puntos porcentuales en la última década, pasando del 48% al 53%.
Los datos fueron proporcionados ayer por el Departamento de Justicia, Empleo y Seguridad Social, que los desvinculó del estudio encargado hace varios meses por la misma consejería para determinar las consencuencias económicas de establecer un modelo propio de Seguridad Social para Euskadi. Un portavoz del departamento aseguró que los datos proceden del Instituto Nacional de Estadística (INE) y de la Tesorería General de la Seguridad Social. La redacción preliminar del estudio, adjudicado al Instituto de Economía Púvlica de la Facultad de Económicas de la UPV, ya ha sido entregado a la consejería que dirige Joseba Azkarraga.
Los jubilados de la comunidad autónoma disfrutan de la pensión media más alta de España. La cuantía de la pensión media ha experimentado un incremento del 4,8% en 2001, lo que en términos absolutos ha supuesto alcanzar un promedio de 648,66 euros al mes. Esta subida es parecida a la que se ha registrado en el resto de España, que ha sido del 4,6%. Sin embargo, el importe de la pensión media estatal es inferior, 512,97 euros, lo que equivale a un 80% de la de Euskadi.
Según el consejero de Justicia, Empleo y Seguridad Social, Joseba Azkarraga, las diferencias con respecto al conjunto del Estado se deben a la mayor extensión en el País Vasco del régimen general de la Seguridad Social, donde se encuentran las bases de cotización más elevadas, así como a la menor incidencia del régimen agrario donde, por el contrario, las bases son bajas.
En el periodo estudiado, el incremento de las pensiones medias fue del 85% en Euskadi frente al 76% en el resto de España. Tras el País Vasco, la segunda comunidad con pensión media más alta es Asturias, con 624,30 euros. A continuación, se sitúa Madrid, con 609,57 euros. En el extremo opuesto, la comunidad con la pensión más baja es Galicia, con 427,95 euros de promedio.
Las pensiones medias más altas las cobran aquellos ciudadanos que cotizaron directamente a la Seguridad Social, siendo las de incapacidad permanente, con 775,99 euros, y las de jubilación, con 756,62 euros, respectivamente, un 31% y un 29% superiores a las del resto del país. En el lado opuesto, el importe medio de las pensiones causadas por derecho derivado, es decir, las de muerte y supervivencia, es notablemente inferior debido a que es un porcentaje de la pensión que le hubiera correspondido al ciudadano que cotizó si siguiera con vida. La más baja, tanto en Euskadi como en el resto de España, es la de orfandad, 262,02 y 219,17 euros respectivamente.
Vizcaya, pensión más alta
Dentro de Euskadi, la pensión media más alta corresponde a Vizcaya, con 660,75 euros, seguida de Guipúzcoa, 638,70 euros, y Álava, 621,80 euros. En Vizcaya, el 70% de las pensiones se encuadran en el régimen general frente al 66% de Álava. El 13% de las pensiones de este último territorio pertenecen al régimen agrario, las más bajas, por tan sólo un 4% de las vizcaínas. Guipúzcoa se sitúa en una escala intermedia respecto a las otras dos provincias.
Por otro parte, el gasto en pensiones no contributivas ascendió en 2001 a 37,90 millones de euros para un total de 10.655 pensiones. Este tipo de prestaciones se instauraron con la intención de garantizar a los ciudadanos con menos recursos una pensión cuando llegase el momento de su jubilación, aunque no hubiesen alcanzado el tiempo exigido de cotización.
