Protesta por la llegada a Cádiz de dos bidones de chatarra radiactiva
El buque norteamericano Endurance descargó ayer en Cádiz dos bidones de chatarra radiactiva procedentes de EE UU. De allí, los bidones salieron hacia la central de Vandellós II, en Tarragona, por carretera y escoltados por la Guardia Civil. La central envió en junio de 2001 ocho bidones a una empresa estadounidense para su fundición. La empresa consideró que dos bidones no eran aptos para ser fundidos y ahora los ha devuelto a la central.
El transporte por carretera ha ocasionado las críticas de los ecologistas e IU. El portavoz de Ecologistas en Acción, Juan Clavero, señaló que el contenedor se debía haber descargado en Tarragona, en lugar de en Cádiz, el 'puerto más lejano de su destino', y haber evitado con ello el riesgo innecesario de un convoy por carretera.
Fuentes de la Capitanía Marítima, de la Autoridad Portuaria y del Ayuntamiento de Cádiz, afirmaron que la carga no tiene peligro. El Ayuntamiento se hizo cargo de la seguridad de su tránsito por la ciudad, que duró 15 minutos.
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