Mil muertes mensuales por alcohol
El alcohol está detrás de gran parte de las muertes que se registran cada año por accidentes de tráfico y por enfermedades como la cirrosis y el cáncer de faringe o de esófago. Sólo en el año 2001, el Observatorio Nacional sobre Drogas registró en España un total de 11.952 muertes por el consumo de alcohol, unas 1.000 muertes mensuales. El 30% de los accidentes mortales de tráfico y entre un 15 y un 20% de los accidentes laborales se derivan del abuso del alcohol.
Los españoles gastan, cada año, cerca de 4.000 millones de euros en bebidas alcohólicas, una cifra 10 veces superior al coste total derivado del consumo de drogas ilegales, según datos registrados en 1998. España se sitúa en la octava posición a nivel internacional en el consumo de alcohol, y más concretamente de vino. El consumo de bebidas espirituosas y de cerveza sitúan España en los puestos 14 y 16, respectivamente, del ranking mundial.
A pesar de que en los últimos 30 años la cantidad de alcohol consumido ha disminuido de 14 a 10 litros por habitante y año, su abuso, especialmente entre los sectores más jóvenes de la población, constituye todavía, junto con el tabaco, el principal problema de salud pública de la sociedad española. Así lo ha manifestado el delegado del gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Gonzalo Robles, durante el XXXI Congreso Nacional de Alcohólicos Rehabilitados, que se ha celebrado en la localidad de Santa Susanna, en el Maresme (Barcelona).
El delegado del Gobierno ha explicado las principales líneas de actuación del Gobierno en materia de prevención del alcoholismo, entre las que destaca la Ley de Uso Indebido del Alcohol, que se encuentra en la fase previa a su aprobación. 'No se trata de volver a la ley seca sino de promover un consumo moderado. La prevención es nuestra prioridad, principalmente en la escuela, la familia y a través de los medios de comunicación', ha explicado Robles.
A través del Plan Nacional de Drogas se desarrollan también estrategias para reducir el consumo de riesgo y modificar los usos en el consumo de alcohol. En los últimos años se ha pasado de un consumo frecuente pero controlado de alcohol de poca graduación a un consumo que se concentra en un corto período de tiempo (fines de semana, generalmente) pero en el que se bebe más alcohol, de mayor graduación y a menudo de forma compulsiva.
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