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La competencia de Microsoft lamenta que no le impongan sanciones económicas

Sólo los socios y amigos más cercanos a la compañía Microsoft han alabado el acuerdo con varios fiscales que el viernes fue finalmente aceptado por una juez de Washington. Aunque los fiscales de otros 9 estados que no se sumaron al acuerdo podrían recurrirlo, ya han hecho notar su escasa inclinación a prolongar esta agonía judicial. La demanda antimonopolio se da prácticamente por cerrada incluso por los rivales de la compañía de Bill Gates, que transmitían ayer una sensación de desánimo tras cinco años de batalla judicial.

El acuerdo establece límites a la negociación de contratos exclusivos con los fabricantes de ordenadores y obliga a Microsoft a facilitar información tecnológica a otras compañías para que puedan fabricar aplicaciones perfectamente compatibles con el sistema operativo Windows. También establece que los fabricantes de ordenadores pueden incluir los programas y aplicaciones que deseen en el escritorio de Windows y fuerza a Microsoft a incluir una opción para desinstalar algunos de los programas.

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Los rivales de Microsoft lamentan que no haya sanciones económicas o que el acuerdo no limite el número de aplicaciones que la empresa de Gates va incorporando paulatinamente a Windows, lo que puede acabar agrandando el monopolio de esta empresa en sectores emergentes como el de las agendas electrónicas o el software que permite controlar, grabar y reproducir las señales de televisión en pequeños ordenadores que dentro de poco estarán en los comedores de millones de hogares.

'Microsoft perdió todas las batallas y ganó la guerra. Con esto, todo el mundo ha aprendido que lo mejor es apartarse del camino de Microsoft', dijo ayer Shane Greenstein, analista del sector. Roger Kay, de la consultora Internacional Data Corp, asegura: 'El acuerdo demuestra que no hay manera de evitar a Microsoft. Podrá seguir empleando muchas de las tácticas que le permitieron lograr el dominio en el mercado de los sistemas operativos o los navegadores de Internet. Microsoft es el dueño del escritorio de los ordenadores y llegará a ser el dueño de la sala de estar'.

Microsoft aún se enfrenta a varias demandas civiles firmadas por compañías rivales, al margen de la investigación de la Comisión Europea por presunto comportamiento anti competitivo.

Sun Microsystems lamentó ayer el acuerdo y anunció que seguirá adelante con su propia demanda 'para que Microsoft no emplee su posición de monopolio en convertirse en el dueño de Internet'.

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