Vida de un excéntrico

En la vida de Ramón del Valle y Peña, conocido como Ramón del Valle-Inclán, la literatura y la realidad se confunden hasta el punto de que puede resultar difícil separar al autor del personaje. Nació en Villagarcía de Arousa en 1866, estudió Derecho en Santiago de Compostela y emigró a México, donde vivió entre 1892 y 1893. Allí, según algunas crónicas, se enroló en el Ejército, pero lo único seguro es que volvió a España sin un céntimo, publicó su primera obra, Féminas, y se trasladó a Madrid en 1896, donde prefirió malvivir a colaborar asiduamente con la prensa.

Tres años después pierde el brazo izquierdo tras un altercado trivial con el escritor Manuel Bueno, compañero de las tertulias que también frecuentaban Azorín, Benavente y los hermanos Baroja. En 1902 aparece Sonata de otoño, primer volumen de las memorias del marqués de Bradomín, aristócrata carlista, feo y galante, cuyas aventuras continúan en Sonata de estío, Sonata de primavera y Sonata de invierno, publicadas en los años siguientes.

El escritor se casa en 1907 con la prestigiosa actriz Josefina Blanco y estrena sin ningún éxito Aguila de blasón, la primera de sus Comedias bárbaras, junto a Romance de lobos (1907) y Cara de plata (1922). Por esas fechas aparece la novela Los cruzados de la causa, a la que siguen El resplandor de la guerra y Gerifaltes de antaño, formando la trilogía dedicada a las guerras carlistas.

Tras una gira teatral con su mujer por América Latina en 1910, Valle-Inclán vive a caballo entre Galicia y Madrid. Durante la Primera Guerra Mundial se aleja del carlismo y en 1916 aparece La lámpara maravillosa, ensayo que ya apunta su evolución hacia el esperpento.

La consagración

El escritor es ya una figura de reconocido prestigio, y a partir de 1916 hasta su muerte ocupará diversos cargos institucionales. En ninguno se mantendrá mucho tiempo, pero con ellos consigue dinero para vivir con más desahogo. La década de los veinte es la de su definitiva consagración: aparecen Divinas palabras, Luces de bohemia y, tras un nuevo viaje a México, Tirano Banderas. En 1927 se publica La corte de los milagros, primera novela de la serie El Ruedo Ibérico, dedicada a la historia española del siglo XIX. De las nueve obras proyectadas sólo se publican dos más: ¡Viva mi dueño! y Baza de espadas.

La salud del autor empeora y, tras ser encarcelado en 1929 bajo la dictadura de Primo de Rivera, Valle-Inclán acoge con alegría la llegada de la II República, aunque apenas continúa escribiendo. El 5 de enero de 1936 muere en Santiago de Compostela.