El Gobierno francés refuerza las clases segregadas para combatir el aumento de la violencia en las aulas

Xavier Darcos, ministro delegado para la Enseñanza Escolar, presentó ayer en París su plan contra la violencia en las escuelas e institutos. Partió de una constatación estadística: en 10 años los pequeños delitos implicando a menores de edad han progresado un 79%, y durante 2001 se contabilizaron un total de 81.632 incidentes de gravedad diversa en las aulas, desde los 70 casos en que intervino arma de fuego hasta más de 20.000 de insultos y amenazas.

Para luchar contra este aumento de la violencia, Darcos anunció que rompía con la línea impuesta por Lionel Jospin en 1989 y que establecía: 'El alumno es el centro del sistema escolar'. Para Darcos hay que privilegiar 'la relación entre el alumno y el saber'. 'Es más que probable que hayamos confiado demasiado y demasiado pronto en la responsabilidad espontánea de los jóvenes, cuando lo que realmente necesitan es aprender y aprender normas'.

Entre las iniciativas del ministro destaca el duplicar el número de clases segregadas en albergues, que pasarán de 250 a 500. Esas clases, situadas fuera del recinto escolar, acogen a un máximo de 10 alumnos, todos ellos con más de 13 años y con un expediente de gravedad. Cada aula cuenta con dos profesores permanentes, un especialista en cuestiones de psicología y didáctica, y un profesor de francés un día a la semana.

Xavier Darcos quiere también que el director de un centro tenga mayor autoridad para poder decidir sobre la expulsión -temporal o definitiva- de un alumno, así como las sanciones a imponer. Asimismo, el alumno, acompañado de sus familiares y de los responsables del centro, deberá firmar un 'contrato de vida escolar' en el que figurarán sus derechos y deberes y en el que se anotarán todos los datos referidos a su comportamiento.

Los sindicatos han criticado la iniciativa porque 'supone comenzar el seguimiento penal a los 12 años' y porque 'todas esas medidas están en contradicción con la supresión en institutos y colegios, por razones presupuestarias, de más de 20.000 puestos de trabajo de vigilantes y profesores complementarios'.