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Los enfermos podrán utilizar un taxi cuando las ambulancias lleguen tarde

La factura será enviada a la firma encargada del traslado sanitario

Oriol Güell

Los enfermos que lleven esperando una ambulancia más tiempo del establecido -una hora para los pacientes de hemodiálisis y dos para los que van a una consulta- podrán tomar un taxi y pasar luego la factura a la Consejería de Sanidad. El Gobierno regional, que cobrará luego ese dinero a las empresas de las ambulancias, pretende reducir con esta medida las esperas que sufren los enfermos.

El acuerdo de gestión de las ambulancias -firmado el pasado mayo entre la Consejería de Sanidad y la Unión Temporal de Empresas (UTE) que gestiona el servicio- establece que un retraso es excesivo en los siguientes tres supuestos: si supera la media hora en los casos urgentes (el paciente está herido o enfermo pero su vida no corre peligro), una hora en los pacientes de hemodiálisis y dos horas en el resto de servicios (consultas médicas, quimioterapia, regreso al hogar tras el alta hospitalaria).

Las ambulancias han incumplido estos plazos de tiempo 12.239 veces entre el 15 de mayo y el 30 de septiembre, según reveló ayer la directora general del Intituto Madrileño de Salud (Imsalud), Leticia Moral.

En algo más de la mitad de las ocasiones -6.314 entre junio y agosto- los retrasos se produjeron en casos urgentes, en los que Sanidad contrata otras ambulancias, como las de la Cruz Roja, para que presten el servicio. Moral anunció hace dos semanas su intención de penalizar a la UTE con el coste de estos servicios, unos 18.000 euros mensuales.

En más de 6.000 ocasiones, sin embargo, el traslado no era urgente y las esperas se podían prolongar durante horas. En 372 ocasiones, incluso, el paciente ha tenido que retrasar un día su sesión de quimioterapia o de hemodiálisis.

Pero a partir del próximo lunes los pacientes ya no deberán esperar más de una hora -o dos, según el caso-, ya que podrán llamar a un taxi y pasarle luego la factura al Imsalud, que a su vez cobrará ese dinero a la UTE que forman 12 empresas de ambulancias. Los pacientes podrán notificar estas incidencias al teléfono 012. El uso de los taxis, pagados por Sanidad, en el transporte sanitario era habitual en la región hasta que el Imsalud lo suprimió el pasado agosto. Esta decisión fue tomada a pesar de que las denuncias contra los retrasos de la ambulancias eran frecuentes. Pese a ello, Moral la defendió ayer: 'Cualquier contrato como el firmado con la UTE incluye el conjunto del transporte sanitario. No tenía sentido seguir pagando los taxis fuera del contrato', manifestó la directora general del Imsalud.

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El Imsalud mantiene abierto otro expediente sancionador contra la UTE porque, en su opinión, ésta dispone de 65 amblulancias menos de las 432 que está obligada por contrato. Moral admitió que estas deficiencias se mantienen, aunque señaló que el número de ambulancias disponibles ha aumentado en 30 en las últimas semanas. Los dos expedientes están en trámite y a la espera de que 'la UTE presente sus alegaciones', según Carmen Navarro, directora general de Infraestructuras.

El Imsalud ha impuesto también a la UTE la presencia durante las 24 horas en el centro coordinador de ambulancias de un 'experto en movilización de recursos' para asegurarse de que la UTE está haciendo todo lo que está en su mano para acortar los tiempos de espera de las ambulancias. Moral y Navarro negaron que esta imposición -que se suma a la de un inspector, impuesto el pasado mes de junio- sea una injerencia en la gestión de la UTE. 'Estos expertos ayudarán a la UTE a sacar el máximo rendimiento de sus recursos', opinó Moral. Los responsables de Sanidad admiten que el servicio del transporte sanitario ha mejorado en los últimos días, aunque 'esta mejora no es suficiente'.

Las nuevas medidas anunciadas son una vuelta de tuerca más en la serie de iniciativas con las que el Imsalud quiere forzar a la UTE a mejorar su servicio. En caso de no lograrlo, el Imsalud prevé la rescisión del contrato, aunque Navarro explicó que 'no ha llegado aún el momento; antes hay que explorar todas las medidas de presión y de sanción para mejorar el servicio'.

'Campaña de desprestigio'

Ametra, la asociación de empresarios de ambulancias, denunció ayer la 'campaña de desprestigio a través de los medios de comunicación en general, y de una cadena pública de televisión en particular', emprendida contra la UTE. Los empresarios acusan a los medios de 'difundir falsas informaciones sin verificar ni contrastar' y de convertir 'las demoras puntuales' en 'titulares alarmistas hacia la opinión pública'.Los empresarios recuerdan que la 'UTE está constituida en más de un 90%' por las mismas empresas que venían prestando el servicio antes de la entrada en vigor del nuevo contrato, lo que, en su opinión, demuestra lo alarmista de las informaciones. Ametra también destaca los esfuerzos realizados por la UTE 'al aumentar el número de recursos, tanto materiales como humanos'.

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Sobre la firma

Oriol Güell
Redactor de temas sanitarios, área a la que ha dedicado la mitad de los más de 20 años que lleva en EL PAÍS. También ha formado parte del equipo de investigación del diario y escribió con Luís Montes el libro ‘El caso Leganés’. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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