El nuevo ministro alemán de Economía rebaja la previsión de crecimiento

El primer anuncio del nuevo superministro de Economía alemán, Wolfgang Clement, tras tomar ayer posesión del cargo, fue revisar a la baja la previsión oficial de crecimiento para el año que viene, hasta ahora un 2,5%. Clement no quiso dar una nueva cifra. 'Pero no estará muy lejos de lo que prevén los sabios', dijo el ministro, en referencia a los seis grandes institutos de investigación económica de Alemania. En su informe de otoño, presentado la semana pasada, los sabios adelantaron que la primera economía europea crecerá sólo un 1,4% en 2003.

El anuncio resulta más obligado que otra cosa. El Gobierno de Berlín no había modificado todavía su previsión oficial para 2003, pese a los signos más que evidentes de que la locomotora alemana no está en condiciones de avanzar a buen ritmo, y de que todos los indicadores, especialmente en la industria, van a la baja.

Nadie confiaba ya en la cifra oficial de crecimiento del año que viene. De hecho, el propio ministro de Finanzas, Hans Eichel, en su borrador de Presupuestos, contaba ya con que el producto interior bruto (PIB) no crecerá más del 1,5% el año que viene, una de las razones por las que no se logrará mantener el déficit por debajo del 3%, como pide el Pacto de Estabilidad. Clement dio ayer el paso y declaró nulo el objetivo oficial del 2,5%.

Y lo hizo el mismo día que un nuevo dato vino a confirmar lo ilusorio de las metas oficiales. El indicador más importante de la economía alemana sufrió un nuevo retroceso, por quinto mes consecutivo. El índice Ifo de confianza empresarial perdió en octubre cinco décimas, para situarse en el nivel de los 87,7 puntos, un resultado que entierra de momento cualquier esperanza de que la principal economía de Europa salga de la crisis antes de lo esperado. 'El Ifo no es bueno, y muestra que es necesario un recorte de tipos por parte del Banco Central Europeo', según Audrey Childe-Freeman, de CIBC World Markets.

Crisis en industria

La mala situación de la industria se perfila esta vez como la causante del nuevo resbalón. Porque en la construcción, los servicios y el comercio, la situación es más positiva, según explicó ayer Hans-Werner Sinn, presidente del instituto Ifo. 'En cualquier caso', completó el economista jefe de la institución, Gernot Nerb, 'no hay peligro de recesión'. Pero todo sigue estancado, dijo.

El resultado es preocupante, sobre todo porque el índice no sube desde hace cinco meses. Pero los inversores contaban ya con el resultado. Así que la Bolsa no se vio especialmente afectada. El índice Dax de Francfort cerró la sesión con un alza del 3,13%.