Cinco detenidos en Zaragoza por el conflicto del horario de los bares

Cinco jóvenes detenidos y tres policías heridos es el balance de los disturbios que el pasado fin de semana volvieron a registrarse en Zaragoza en una protesta contra el horario de cierre de los bares. Entre las tres y media y las cinco y media de la mañana, las carreras y las cargas policiales se sucedieron en una de las zonas de marcha de Zaragoza. De los cinco detenidos, todos de 21 años, uno fue puesto en libertad con la obligación de comparecer ante la autoridad judicial; los otros cuatro aún están pendientes de que el juez decida.

Los incidentes, de menor virulencia que los registrados la semana anterior, comenzaron cuando varios grupos de jóvenes protestaron en la calle por el cierre de los discobares, que acababan de echar la persiana cumpliendo así con el horario oficial. La protesta comenzó en la calle Moncasi, un lugar plagado de locales de copas y donde los propietarios habían convocado una protesta para las seis de la mañana que luego desconvocaron ante las protestas de los vecinos.

Unos 500 jóvenes comenzaron a increpar al dueño de un local que había cerrado, la policía los disolvió y se inició el lanzamiento de vasos y botellas. Tres agentes resultaron heridos. Los disturbios se prolongaron durante dos horas con carreras y persecuciones por las calles del centro de la ciudad. En esta ocasión los hosteleros han dejado claro que nada tenían que ver con los incidentes, aunque insisten en calificar de obsoleta y absurda una ley que les obliga a cerrar a las tres y les permite reabrir a las seis de la mañana. Los incidentes los provocaron jóvenes airados que 'nada tienen que ver con nosotros', manifestó un portavoz de estos empresarios, que el viernes habían convocado una marcha pacífica que reunió a mil personas.

Pedro Carranza, abogado de la asociación de discobares, insistió ayer en que los hosteleros 'están por el diálogo'. Mientras, en el Ayuntamiento (PP) se lanzaba la pelota al Gobierno de Aragón (PSOE) 'que es quien tiene responsabilidad en los horarios', y desde el Gobierno autónomo se recordaba que 'es el Ayuntamiento quien da las licencias'.