Conservatorio de Pozoblanco
Al no cumplirse los principios de igualdad de oportunidades para todos los andaluces que pregona frecuentemente la consejera de Educación y Ciencia, Cándida Martínez, en sus discursos de protocolo (de frases hechas, sin sentido y sin sentirse), tiene lugar la triste y cruda realidad en la que unos alumnos, brillantes en sus estudios académicos y sacrificados alumnos de conservatorio, han de abandonar su formación musical por negarse la Consejería a conceder un sólo profesor al Conservatorio Elemental de Música de Pozoblanco (existen profesores interinos del pacto sindical que perciben sueldo sin impartir clase), donde se imparten ya a título experimental 1º y 2º curso de grado medio.
Esta negativa supone que han de desplazarse a Córdoba, que dista del punto medio de Los Pedroches, donde nos encontramos, 110 kilómetros, lo que suponen tres horas diarias de viaje (cruzando Córdoba, con ida y vuelta). Todo esto implica la condena a unos alumnos que ya superaron con creces la prueba de acceso a grado medio (tenemos varios primeros puestos en dicha prueba) y que ya llevan cursados dos años.
En una reunión mantenida en la Delegación Provincial de Educación y Ciencia de Córdoba, con el director de Planificación, Manuel Alcalde, y la delegada provincial, Araceli Carrillo, se nos insta a lo de siempre, a esperar, a tener confianza en el futuro, y que se estudiará un horario especial en el Conservatorio de Córdoba (situación inviable a estas alturas de curso con todos los horarios ya cerrados).
En los Pedroches, al que logre acceder plenamente a la formación musical hay que hacerle un monumento y darle dos títulos en uno, porque no ha de ser sólo muy bueno, sino que, además, tiene que luchar permanentemente con multitud de problemas, kilómetros, decisiones políticas, personales...
¿Qué pasó con la Proposición no de Ley aprobada por unanimidad de todas las fuerzas políticas para la concesión del 3º curso de grado medio a titulo experimental para el curso 2002/2003 y la implantación definitiva para el curso 2003/2004?
En definitiva, un curso de magníficos alumnos desaparece en una Andalucía que se renueva y avanza, se ha jugado con el futuro, el trabajo y la ilusión de unos niños, afloran miles de adjetivos y sustantivos para definir la situación. Con hechos como éste, los alumnos, que son los hombres y mujeres del futuro, no confiarán en una sociedad que les traiciona y en unos grupos políticos que los abandonaron en los momentos más cruciales.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.