El Gobierno carece de apoyos para los Presupuestos de 2003

El Gobierno abre al público esta semana el debate de Presupuestos para 2003. El Departamento de Economía y Hacienda, en manos de la vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, mantiene el secreto de sus cuentas por 'respeto al Parlamento'. Así, el consejo de Gobierno aprobará este martes el proyecto de ley que presentará ante el Parlamento antes del 2 de noviembre, fecha tope prevista en la Ley. Las cuentas para el próximo ejercicio, según fuentes del Ejecutivo, recogen una cifra global de ingresos y gastos que roza los 6.000 millones de euros, lo que no supone un incremento sustancial respecto al presentado el pasado año ante la Cámara, 5.931,93 millones.

La Ley obliga a presentar los Presupuestos antes del 2 de noviembre. El Ejecutivo que preside Juan José Ibarretxe gusta de esperar casi hasta el último minuto. Tiene ya listo su proyecto y el martes le dará luz verde en la reunión semanal del consejo de gobierno. Los presupuestos, norma donde se desarrolla el plan político anual del Gobierno, han sido los tres últimos años objeto de dura polémica. Hace tres ejercicios no hubo proyecto, el Ejecutivo se resistió a presentarlos. Esta decisión fue recurrida por la oposición al considerar que la Ley obliga a presentarlos y que, el hacerlo o no, no es una potestad del Gobierno.

Acentuar la crisis

El año pasado las cosas fueron aún más lejos. La tramitación acentuó la crisis y la división entre Gobierno y oposición. La presidencia del Parlamento cambió la interpretación tradicional del reglamento de la Cámara en la tramitación presupuestaria. Esta decisión llevó a que la oposición bloqueara hasta tres veces la constitución del pleno. Finalmente se aprobó un norma mutilada que ha acabado en el Tribunal Constitucional, ya que el Gobierno central la recurrió; aunque no pidió su suspensión por el caos que hubiera supuesto. El Ejecutivo Ibarretxe y el Parlamento en sus alegaciones ante el alto Tribunal reconocieron que la norma aprobada no era una ley de presupuestos, sino que Euskadi vivía una nueva prórroga y que tan solo se aprobaron alteraciones a la prórroga.

En cualquier caso, se dio luz verde a la cuentas de vicepresidencia, Educación, Justicia, Vivienda y Sanidad, prácticamente el 67% del presupuesto de gasto que había presentado el Gobierno. Estas partidas se aprobaron gracias a los votos de los partidos del Gobierno (PNV, EA e IU) y de los representantes de Batasuna.

El próximo ejercicio, según un responsable foral de Hacienda, es de 'transición' y debe considerar el parón de la economía internacional. Así, el crecimiento será menor al de los últimos años. Además, el impacto de una rebaja en el IRPF, siguiendo la senda marcada por el Gobierno central, ha sido ya aplicado a la recaudación, que crecerá menos en 2003, un 3,5% frente al 4,7% que se prevé de incremento para el cierre de este año. En este incremento ya está calculada la inflación.

Los principios presupuestarios que inspiran este año la labor del Gobierno (estabilidad presupuestaria, adaptarse a la sociedad de la información, aumentar la inversión u orientar el gasto a la cohesión social) pasan por crecer por encima de la UE. Hasta el pasado año se hablaba de crecer más que la media de España. Este postulado, pendiente de una revisión a la baja de la previsión de crecimiento de este año, se ha abandonado.

En cualquier caso, el Ejecutivo no cuenta con mayoría para aprobar las cuentas para 2003. Además tampoco cuenta con el apoyo de la oposición para sus planes. La única opción que le queda es quedar un año más en manos de Batasuna y su voluntad.

Para el PP, las cuentas del Gobierno Ibarretxe serán, independientemente de sus números, los presupuestos de un proyecto político soberanista. El parlamentario Anton Damborenea, que ha pedido una comparecencia a la vicelehendakari para que explique las líneas maestras de su proyecto económico para 2003, no tiene ninguna duda al asegurar: 'No vamos a aprobar ningún presupuesto que consolide el proyecto político del lehendakari'. Según dijo ayer, el PP no dispone de ninguna información pero las cuentas han de soportar los proyectos y por tanto 'que no cuente con nosotros'.

Aunque la presidencia no ha explicado todavía si Ibarretxe va a repetir el procedimiento del pasado año de hacer una nueva ronda de presentación de las cuentas entre los partidos, el PSE está dispuesto a escuchar.

Ahora que el lehendakari acaba de terminar la ronda pública con la sociedad y los partidos para explicarles su proyecto soberanista, estaría en disposición de intercalar encuentros públicos para explicar los presupuestos. Aunque el PSE esperará a conocer los datos generales para dar a conocer su postura, comparte la filosofía de los populares de no respaldar ningún proyecto que apuntale el plan del lehendakari.