Tambores de crisis para la deuda
La caída de la Bolsa ha creado una burbuja en los mercados de bonos que estallará cuando se recuperen las economías
En el mundo financiero nadie se salva. El trasvase de dinero desde la Bolsa hacia los mercados de deuda pública y renta fija ha provocado una sobrevaloración de los bonos que ahora ofrecen rentabilidades mínimas. Los expertos avisan ya del peligro de que este mercado baje. Una crisis que se producirá cuando las economías se recuperen y suban los tipos de interés. Los fondos de renta fija sufrirán en 2003 las consecuencias de esta crisis.
Después de dos años muy buenos para los fondos de renta fija, en 2003 los expertos pronostican una caída de rentabilidades
Recuerda a las teorías sobre vasos comunicantes. En primer lugar, hay dinero en abundancia en el sistema financiero. Este dinero que huido -también esfumado- ha ido a parar en gran parte a los solventes mercados de deuda pública de los distintos países. La entrada de capitales ha provocado una subida del precio de los bonos y, consecuentemente, una caída de las rentabilidades a mínimos históricos. Por ejemplo, en Estados Unidos, los tipos de su bono a 10 años llevaban 60 años sin conocer unas rentabilidades tan bajas en el mercado como las conocidas en las últimas semanas.
Esta comunicación entre la renta fija y la Bolsa ha tenido consecuencias muy positivas para los que invierten en bonos. Los índices sobre estos mercados que elabora Analistas Financieros Internacionales muestran que en lo que va de ejercicio el bono a 10 años ha ofrecido en el mercado una rentabilidad del 7,33% (cupón más revalorización del precio del bono) y que llega hasta el 6,22% en el caso de los bonos a 5 años.
Pero estas alegrías que se prolongan durante más de dos años y que tienen su fácil reflejo en la buena evolución de los fondos de inversión que invierten en deuda puede tornar pronto en descalabro. Ya los tipos de estos bonos en los mercados están muy bajos y los precios de estos activos muy altos. Por ello, cualquier subida de los tipos de interés por un repunte de las economías o simplemente una recuperación sólida de la Bolsa puede dar al traste a los bonos y convertir sus actuales ganancias en pérdidas.
Desde octubre ya se ha producido un aviso, después de que la subida de las Bolsas exigiese del dinero que descansaba en la deuda. En niveles tan bajos unas simples centésimas son determinantes para variar el precio del bono. Pues bien, se ha producido un repunte de los tipos. El 8 de octubre el bono español a 10 años se situó en el 4,46% y el pasado jueves rentaba el 4,75%, con la consabida depreciación en su precio.
Tipos de recesión
David Cano, socio responsable de Estrategia de Mercados de AFI, lo explica: 'La curva de tipos que ha dibujado la deuda es propia de una situación de recesión permanente de las economías. Está descontando prácticamente un escenario de deflación (caída de los precios de bienes y servicios). Una situación que no se puede mantener y que cambiará cuando mejore la economía. Hoy en día, la renta fija está cara por ese dinero que ha llegado de la Bolsa, elevando el precio de los bonos. Sin embargo, creo que la palabra burbuja es muy fuerte para la situación actual. Eso sí, preveemos un proceso de caída en los precios de los bonos durante el próximo año. Una caída similar a la que se produjo a mediados de la década de los noventa. El próximo año, los ahorradores que tengan su dinero en fondos de renta fija pueden perder'.
Y es que la tuerca de los bajos tipos de interés está a punto de pasarse. Sin embargo, a corto plazo no hay excesiva inquietud porque son muchos los inversores que creen que los bancos centrales de Estados Unidos (presidido por Alan Greenspan) y la Unión Europea (presidido por Wim Duisenberg) todavía pueden bajar algo los tipos de intervención permitiendo alguna ganancia adicional a la revalorización que ya han tenido los bonos. Pero la fiesta, de cualquier manera, está a punto de terminar.
El director de estrategia de Ahorro Corporación, Pedro Mirete, advierte de que en los últimos años ha cambiado la relación entre los tipos de interés y la Bolsa. 'Antes la evolución de los tipos marcaba a la Bolsa y ahora son los movimientos bursátiles los que definen los mercados de deuda. Curiosamente, la Bolsa es ahora la que afecta a la deuda. El inversor se encuentra ahora con una Bolsa demasiado barata y unos mercados de deuda demasiado caros. Un comportamiento que obedece a la incertidumbre económica y al fantasma de la deflación', explica.
Mirete, sin embargo, no cree que se produzca una inminente caída del precio de los bonos, ya que, por una parte, la recuperación de la Bolsa no se producirá de forma inmediata y, además, por el momento no hay temor a que los bancos centrales suban sus tipos de intervención. 'La deuda pública ha actuado como una inversión refugio frente a la Bolsa y a la deuda emitida por las empresas. No creo que se produzca un crash en los mercados de deuda pero sí habrá una corrección el próximo año que provocará caídas en los fondos de renta fija. Solamente apuestan por tipos de interés más bajos que los actuales aquellos que creen que entramos en una deflación de los precios', concluye.
Los expertos, pese a que pronostican un mal 2003 para la renta fija, dejan una puerta abierta a los inversores. Confían en que este movimiento de alza de tipos de interés que provoque la depreciación de los actuales bonos esté acompañada de una recuperación de la economía y de la Bolsa: lo que se pierda en renta fija se ganará en acciones.
Los distintos Tesoros aprovechan la situación
Los expertos coinciden en que la actual crisis económica, a diferencia de las ocurridas en recientes épocas, se ha centrado en el mundo empresarial, mientras que los distintos Estados mantienen una salud bastante aceptable.Sin embargo, sí han influido los Estados, en mayor o menor medida, en la crisis que atraviesan distintos sectores empresariales. El caso más evidente es el de las subastas de móviles de tercera generación (UMTS), que ha supuesto una auténtica sangría para el sector de telecomunicaciones, que tardará decenios en recuperarse del elevado endeudamiento que asumió para atender esos pagos.También los distintos Tesoros Públicos, encargados de financiar a los Estados, están aprovechando esta coyuntura artificial de los tipos de interés para captar dinero a muy bajo coste. Ellos son, actualmente, los grandes beneficiados de ese encarecimiento de los bonos y de la caída de los tipos de interés que les permite financiarse a niveles históricamente bajos. Si es el trasvase de dinero entre la Bolsa y la deuda la que ha provocado esta situación de tipos en mínimos, ellos como los emisores más solventes de cada país están consiguiendo una financiación muy barata. En este caso, tal y como ha ocurrido con los accionistas de las firmas de telecomunicaciones, los perjudicados son los inversores que (véase el caso español) no consiguen con las actuales rentabilidades cubrir siquiera la subida de la vida.
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