ICV propone una pensión básica para los ancianos
ICV propone una pensión básica para todas las personas mayores pobres, con el objetivo de acabar con la exclusión social. Ésta es una de las propuestas que planteó ayer la formación ecosocialista en el Foro de la Tercera Edad, que celebró ayer en el Auditorio de La Farga de L'Hospitalet, con la participación de unas 300 personas.
En la presentación del foro, el presidente de la formación, Joan Saura, planteó el establecimiento, por Ley del Parlament de Cataluña, de una pensión básica para toda la población de más de 65 años, 'de carácter universal, individual y permanente', y acumulativa al sistema de prestaciones de la Seguridad Social ahora existentes. Según el modelo propuesto por ICV, esta pensión debería financiarse a cargo de los presupuestos de la Generalitat, y podría situarse de entrada en torno a 312 euros (52.000 pesetas) mensuales.
ICV plantea la introducción de esta pensión básica en diferentes fases, comenzando por las 343.000 personas mayores que viven en situación de pobreza en Cataluña, lo que supondría un coste global de 1.284 millones de euros (213.571 millones de pesetas).
Una segunda fase alcanzaría a las personas mayores con ingresos situados entre la línea de pobreza y el salario mínimo interprofesional (SMI). La tercera abarcaría al resto de personas mayores, que cobrarían de entrada el 50% de la pensión básica. La cuarta y última fase supondría la universalización de la pensión básica al 100% de su cuantía.
ICV propone aplicar la primera fase en la próxima legislatura, en la que también se plantearía como segundo objetivo prioritario la universalización de oferta pública de servicios, ya que sólo el 1,7% de las personas en situación de dependencia reciben apoyo público, y en estos casos buena parte del coste es cofinanciado por los usuarios o sus familias. La oferta pública de servicios, según el modelo de ICV, se establecería según el tipo de dependencia: la atención domiciliaria en casos de dependencia leve, atención domiciliaria y centros de día en los casos de dependencia media y los servicios residenciales para las situaciones más severas.
Para llevar a cabo estas medidas ICV propone elaborar un mapa se servicios sociales, garantizar que los servicios públicos de atención a la tercera edad sean gratuitos y dar ayudas a las familias que cuiden a personas dependientes.
