Cofferati irrumpe en la política italiana con duras críticas a El Olivo

Los dirigentes de El Olivo 'se están equivocando en todo' y la coalición 'se arriesga al suicidio político'. Apenas un mes después de abandonar la secretaría general de la CGIL, principal sindicato italiano, Sergio Cofferati, líder in pectore de la izquierda italiana, vapuleó ayer sin contemplaciones a la cúpula de El Olivo, en una amplia entrevista publicada por el diario romano La Repubblica, próximo a la izquierda. Las declaraciones sonaron como una declaración de guerra contra el sector mayoritario de El Olivo, que intentaba en una reunión parlamentaria ayer por la tarde imponer un poco de orden en la coalición, implantando el voto mayoritario en temas importantes.

Cofferati, de 54 años, eligió el peor o el mejor momento, depende de la perspectiva, para entrar en la escena política un mes después de abandonar el sindicato, porque ayer era el día del gran psicoanálisis, en el que los líderes de la coalición tenían previsto reunirse con todos los parlamentarios del centro-izquierda en un último y desesperado intento de salvar El Olivo. Una de las ideas en discusión era la del voto mayoritario, para evitar situaciones enojosas como la que se produjo a comienzos de mes durante la votación en la Cámara sobre el envío de tropas a Afganistán. En aquella ocasión, las divergencias fueron tales que El Olivo (que agrupa a ocho partidos) presentó cinco mociones.

Pero las decisiones por mayoría no son del agrado de una minoría considerable de la coalición, ni, a tenor de sus durísimas declaraciones, de Cofferati. 'No entiendo a qué modelo de organización responde un sistema por el cual entre fuerzas políticas diferentes por historia y cultura, hay que decidir por mayoría', dice el ex líder sindical. 'Es algo inédito que forma parte de la vocación masoquista de la oposición'. Una oposición que juzga 'débil en todos los terrenos, desde el judicial al económico, pasando por la denuncia de la guerra contra Irak. Cofferati defiende el derecho de las minorías internas (el correntone en el caso de los Demócratas de Izquierda, su partido) a defender sus posturas particulares y hace un canto a la labor de movimientos sociales como los girotondi (corros) liderados por intelectuales como Nanni Moretti.