Choque de trenes en la investidura
Fraga advirtió de que estaría en contra de todo el que quisiera 'arruinar a España', y González aseguró que no iba a recurrir a comportamientos que recordaran el pasado
El primer presidente de Gobierno socialista electo desde la República, Felipe González, y el ex ministro de Franco que lideró la derecha en la transición hasta dejarla encajada en la senda constitucional, Manuel Fraga, protagonizaron en el debate de investidura un cara a cara tenso y brillante. El representante del Grupo Popular resaltó su temor a una depauperación de España, y el líder socialista enfatizó su pragmatismo en la defensa de los intereses nacionales. Fraga incluyó una cita que resultó muy polémica: 'Cuando corre la sangre inocente de los ciudadanos, un Gobierno debe preferir tener sangre en sus manos que no agua como en las manos de Pilatos'. Éste es un resumen de aquél debate.
Manuel Fraga: 'La Constitución manda que aquí se explique el programa; un programa, repito, y no un mensaje de Navidad. No es suficiente complemento traer hoy, como se dijo en un debate a principios de siglo, una lista de proyectos civiles y criminales -me refiero, naturalmente, a los que ha anunciado su señoría en materia de impuestos- (...)
Felipe González: 'Quiero decirle que no voy a recurrir a comportamientos como los que puedan ser recuerdos de pasados remotos o presentes o apelaciones a la historia o programas. (...)
Buscar la prosperidad
Fraga: 'Se puede y se debe hacer una política para que los que tengan menos mejoren su suerte, y siempre nosotros la apoyaremos. Pero pedimos que se medite dónde es mejor la suerte del ciudadano medio: si en los Estados Unidos, donde a nadie se le ocurre hacer política contra los que tienen más, aunque sea Rockefeller, mientras produzcan más y traigan obras de arte a EE UU, o en Rusia, en China, en Polonia o donde quiera que ha prevalecido la política de la envidia y del resentimiento contra alguien'.
González: 'Sería absurdo que yo entrara en juicios de valor, que pudieran comparar Estados Unidos con Polonia o China o la Unión Soviética. Sinceramente, creo, señor Fraga, que eso no conduce más que a una pérdida de tiempo que no aclara cuál es el sentido, ni próximo ni remoto, de nuestras actitudes políticas (...) La presión fiscal es verdad que empieza a ser el equivalente a la cifra que usted ha mencionado, el 27%. Le quiero decir que esperamos más de la lucha contra el fraude, por cierto muy intensa en el país que usted ha citado como modelo, en EE UU'.
El programa de gobierno
Fraga: 'Creo que si el programa electoral se cumple tal cual se puede crear una situación muy difícil, y concretamente puede aumentar muy seriamente el paro. (...) La utopía socialista no se ha realizado todavía en ninguna parte, y siempre volvemos a lo que dijo Montaigne: 'Aunque caminemos sobre altos zancos, seguimos moviéndonos con nuestras piernas; y aunque nos sentemos en el más alto de los sitiales, nos seguimos sentando sobre nuestras posaderas'.
González: 'Me va a perdonar que le recuerde algunos aspectos de la política económica diseñada en su oferta electoral. Se dice que habrá una política monetaria neutra a largo plazo; que flotará limpiamente la peseta; un mercado crediticio libre de porcentajes obligatorios y de intereses privilegiados. Estas propuestas no son ni buenas ni malas, simplemente son irreales. No hay ni un solo país en el mundo que se proponga seriamente un tipo de inflación igual a cero como el que indica una política monetaria neutra a largo plazo (...)'.
La OTAN
Fraga: 'El tema de la OTAN es un tema de capital importancia. Felicito al señor González por la prudencia y moderación con que ha tocado este asunto, pero me permito añadir que todo será poco y que sería muy lamentable que el primer éxito del señor Andropov [recién nombrado secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética] fuese la entrada del nuevo Gobierno socialista en España'.
González: 'Lamento no compartir lo que dice usted, sobre todo lo que juzga de la OTAN, porque en esa dialéctica siempre nos perderemos. Y con el señor Andropov, desde el punto de vista de la defensa de los intereses nacionales -y usted lo sabe o lo piensa-, no tengo absolutamente nada que ver. La defensa de los intereses nacionales para mí es absolutamente independiente'.
Televisión privada
Fraga: 'Hablemos con claridad de la absoluta necesidad de dar cumplimiento a ese mandato constitucional de, por vía legislativa, facultar el derecho a establecer cadenas privadas de televisión. Estaríamos ante una democracia formal, pero viciada en su origen, si no estuvieran abiertos y expeditos los cauces de la opinión pública'.
González: 'Ha hecho una apreciación incorrecta. Lamento decir, señor Fraga, que televisión pública o radio pública hay en muchos países que son intachablemente democráticos, y no hay ni televisión ni radio privadas. Creo que la televisión pública debe ser profesional, plural y, desde luego, pluralista. Y a eso nos comprometemos. Yo no estoy, por principio, en contra de la televisión privada. [Pero] si a todos los que aspiran a tener televisión privada se les mantuviera en una habitación hasta que estuvieran de acuerdo (...) ya vería usted cómo seguiría sin haber televisión privada'.
Financiación del Estado
Fraga: 'Tengo que confesar un cierto asombro, porque yo creí que estábamos ya dentro de tres o cuatro años y que era yo el candidato a la Presidencia del Gobierno, y el candidato de la oposición era el señor González, no porque le niegue el derecho a discutir nuestro programa; pero habiendo tantas cosas que decir sobre el suyo todavía no expuestas, quizá este tema podría haber sido tratado de otra manera. (...). Yo admiro la palabra 'contribución', frente a la palabra 'impuesto'. Hay que crear la mentalidad de contribución, no la de impuesto, que es una palabra regresiva que justamente ha reaparecido de la mano de ciertas fórmulas que pretendían ser progresistas'.
González: 'A mí, lo que me cuesta trabajo imaginar es que una política que disminuya los ingresos del Estado drásticamente pueda sobrevivir para compensar siquiera la situación de déficit en la que nos encontramos'.
Terrorismo
Fraga: 'En cuanto a la paz ciudadana (...), sé que las palabras que voy a decir pueden ser mal interpretadas, pero no me importa. Uno de los hombres más grandes que he conocido me dijo, hablando de la situación en otra parte de Europa donde había terrorismo: 'Cuando corre la sangre inocente de los ciudadanos, un Gobierno debe preferir tener sangre en sus manos que no agua como en las manos de Pilatos''.
González: 'No puedo compartir la última afirmación, porque a veces produce situaciones que afectan incluso a ciudadanos españoles en países que son hermanos y que en base a esa filosofía pierden quizá el control de la situación y producen situaciones no deseables'.
Fraga: 'Yo dije que mis palabras iban a ser posiblemente deformadas; ya lo han sido. Yo no hablo más que dentro de la Constitución y de la ley. No debe haber el más pequeño punto en el cual no se aplique en una situación tan grave como la que tenemos'.
González: 'No quiero terminar esta réplica sin decirles que mantengo la oferta de cooperación y de diálogo tanto con las posiciones en contra de la investidura como con las de abstención y con las posiciones positivas'
Fraga: 'En materia de patriotismo, como es natural, no recibimos lecciones fácilmente. Estaremos en contra de todo el que quiera arruinar a España por la vía del fraude, de la exportación ilegal de capitales o lo que fuera. Lo que ocurre es que hay muchas maneras de arruinar a España. Todo el mundo conoce la famosa frase que dice que hay tres maneras de arruinarse: con el juego, con mujeres y con técnicos. Las dos primeras son las más agradables y la última dicen que es la más segura. También con ciertas prevenciones ideológicas (...) se puede arruinar mucho más fácilmente. Esperemos que no sea el caso'.
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