Dos constructoras pagan 200.000 euros por retrasos en una obra pública en Vizcaya

Dos constructoras vascas han tenido que pagar a la Diputación de Vizcaya una multa de más de 192.000 euros por demorarse siete meses en la entrega de la autovía de conexión entre las autopistas A-8 y A-68 por Arrigorriaga. La sanción ha consistido en 903 euros diarios desde el pasado 5 de febrero hasta el 6 de septiembre, cuando se firmó el acta de recepción de la obra, según datos del Departamento foral de Obras y Transportes. El proyecto ha tenido un presupuesto de 9 millones de euros.

Es la primera vez que se impone una sanción a una contrata por retrasos en una obra pública en Euskadi. La Diputación de Guipúzcoa también ha adoptado una decisión similar por la demora en las obras de desdoblamiento de Etxegarate, una inversión de 45 millones. El vial debía haber finalizado en junio y desde mediados de ese mes los constructores -una unión temporal formada por las empresas Gedi, Agroman-Ferrovial, Asfaltos Naturales de Campezo y Sukia- tienen que pagar 150.000 euros cada mes. Dado que se prevé finalizar el proyecto a finales de noviembre, la sanción puede superar los 750.000 euros.

La autovía que ha motivado la multa en Vizcaya trata de evitar uno de los principales puntos negros en las salidas estivales. Apenas tiene tres kilómetros pero es un auténtico embudo para los vehículos en las fechas vacacionales. El proyecto sancionado es sólo la primera fase para habilitar el nuevo vial entre la A-8 y la A-68 y ha sustituido los semáforos existentes en las localidades de Zaratamo y Arrigorriaga. Las dos siguientes fases, el desdoblamiento de la actual calzada hacia Basauri y el acceso a la A-68, se pretenden concluir para 2008, según los últimos cálculos de la Diputación vizcaína, que ha adelantado en dos años los plazos barajados hasta hace poco.

Las obras de sustitución de los semáforos en Zaratamo y Arrigorriaga empezaron en noviembre de 1999 y tenían que haber concluido en el verano de 2001. La constructora, la unión temporal de empresas Zaragorri integrada por las firmas Cycasa y Eraiker, pidió un primer aplazamiento con la justificación de que el mal tiempo retrasó los trabajos, lo que fue aceptado inicialmente por la Diputación.

El Departamento de Obras y Transportes vizcaíno ya mostró su malestar con el primer aplazamiento pedido por las constructoras, puesto que los problemas de tráfico habituales de la carretera se verían agravados por estos trabajos. Por ello, cuando a principios de este año las dos compañías solicitaron una nueva prórroga hasta junio, debido a un accidente en una grúa, la Diputación decidió adoptar medidas drásticas. En marzo, el Consejo de Gobierno foral aprobó la imposición de multas diarias de 903,22 euros con retroactividad al 5 de febrero y hasta que el proyecto estuviera totalmente concluido. Aunque la autovía se inauguró en julio, las penalizaciones prosiguieron hasta el 6 de septiembre, porque hasta esa fecha no se firmó el acta de recepción de la obra.

La sanción diaria de 903 euros diarios se ha descontado de las certificaciones de obra que cada mes ha presentado la unión temporal de empresas formada por Cycasa y Eraiker. Las constructoras han pagado las multas de febrero a julio, casi 160.000 euros, según los datos del Departamento de Obras Públicas y Transportes. Quedan pendientes otros 28.000 euros de agosto y cinco días más de penalización correspondientes a septiembre, que suman otros 4.516 euros, 'que se descontarán de la certificación 35 del mes de septiembre'. Los dos empresas acabarán pagando un total de 192.385 euros, correspondientes a los 213 días de retraso.

Esta autovía forma parte del gran plan viario de Bilbao aprobado este año por PNV, EA y PSE, con una inversión total de 510 millones de euros. La Diputación ha considerado esta primera fase de la autovía como clave para solucionar en parte los problemas en la conexión de las dos autopistas, aunque ha reconocido que persistirán los problemas hasta que el vial no se complete. La eliminación de los semáforos ha mitigado los problemas de circulación, que se agravan especialmente en verano, cuando al tráfico habitual se une una gran cantidad de vehículos extranjeros de paso. La oposición ha criticado varias veces la tardanza en la ejecución de esta autovía y ha achacado a los responsables de la Diputación que no la consideren como un proyecto prioritario.