La ampliación de una cantera en Navarra origina un conflicto ambiental y laboral

Una cantera con setenta años de historia, un paraje natural gravemente afectado por el impacto minero y una localidad de 20 vecinos, Atondo, que se opone a seguir permitiendo la extracción de piedra, componen el puzzle de un serio conflicto medioambiental que, según la empresa, afecta a la viabilidad de 160 empleos en Navarra y el País Vasco. El concejo de Atondo rechaza tajantemente la pretensión de la empresa de ampliar la cantera.

El pasado domingo finalizó la licencia de actividad que Canteras de Oskia posee en el desfiladero del mismo nombre situado a escasos kilómetros de Irurtzun. La empresa, propiedad del grupo Uncona, quiere cuadruplicar la extracción de una piedra caliza que, asegura, es la mejor de la región, y ha pedido al Gobierno foral autorización para extraer 20 millones de toneladas destinados a la construcción de obra pública y carreteras en Navarra y Euskadi.

El problema es que los 20 vecinos de Atondo, el concejo más próximo a la explotación minera, se oponen tajantemente. Llevan años, afirma su alcalde, Iluminado Larrumbe, sufriendo molestias y graves riesgos como el agrietamiento de sus casas, la caída de piedras, ruidos y vibraciones constantes y una contaminación de polvo que, indica el consistorio, afecta a la salud de la población y el entorno. Además, añaden, la empresa está desfigurando por completo el monte Bizkai. El Ayuntamiento de Iza, al que pertenece Atondo, respalda al concejo y ha modificado las normas subsidiarias para dar protección legal al entorno, incluido en el listado de monumentos naturales de las normas comarcales.

La empresa niega las imputaciones, esgrime las mediciones realizadas por técnicos de la Unión Española de Explosivos y califica de 'moderado' el impacto minero y de 'compatible' con la protección natural su actividad. Además, afirma Canteras de Oskia, el cierre de la actividad podría poner en riesgo 160 empleos. Al expediente de regulación de sus 24 trabajadores, ya presentado, se añade el riesgo para 120 trabajadores de las empresas Hormigones Premezclados de Álava, Hormigones de Leitzarán, Asfaltos de Biurrun y Hormigones Arga, a los que abastece con 345.000 toneladas anuales de caliza y ofita, que suponen una facturación de 450.000 euros.

Canteras de Oskia busca, además, una recalificación de su actividad vinculada, según los opositores, a su deseo de expropiar los terrenos. Para ello alega estar explotando un material de especial importancia en el sector de obra pública cuya calidad no se encuentra en ningún otro yacimiento de Navarra.

El Ayuntamiento de Errotz (60 vecinos), copropietario a partes iguales del terreno (110.000 metros cuadrados) donde actúa la empresa minera, ha dado su permiso para renovar el contrato. El último canon pagado a ambos municipios fue de 28 millones de pesetas, a partes iguales.

Canteras de Oskia exige garantías para un plan industrial de al menos diez años. Los vecinos de Atondo se niegan en redondo. 'Nos van a destrozar a nosotros y van a cargarse la peña', señaló el alcalde.