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La cooperación de España con Marruecos caerá un 40% este año a causa de la crisis

El recorte castiga la pasividad ante la inmigración ilegal, según un alto cargo de Exteriores

El área de Guardana, cerca de Nador (noreste de Marruecos), tardará aún algun tiempo en gozar de suministro eléctrico. Los niños de un barrio de Chauen, en el Rif, tendrán que esperar a que se construya una nueva escuela primaria. Son sólo dos ejemplos de una docena de proyectos financiados por España en el norte de Marruecos que no se están llevando a cabo. La cooperación de Gobierno a Gobierno está paralizada desde hace 12 meses y este año la ayuda española al desarrollo de Marruecos caerá cerca de un 40%.

Cada año se ha ido reduciendo el presupuesto que la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores, dedica a Marruecos. En el año 2000 fueron 13,7 millones de euros, el año pasado 12 millones -de los que no se desembolsó un 12% a causa de la crisis-, y este año 11 millones.

De esa cantidad no se gastará entre un 35% y un 40%. Aunque no dio cifras, el secretario general de la Agencia Española de Cooperación Internacional, Rafael Rodríguez Ponga, lo anunció el martes en la Comisión de Cooperación del Congreso de los Diputados.

'Difícilmente se puede llevar a cabo (...) un programa bilateral de cooperación con un Gobierno si ése ni siquiera se sienta a la mesa', recalcó Rodríguez Ponga. 'Me temo que en 2002 algunos programas de cooperación bilateral, de Gobierno a Gobierno, con Marruecos (...) no se van a poder llevar a cabo'.

Se refería, entre otros, a la construcción de un tramo de la carretera de Fez a Nador; a la modernización del instituto de hostelería de Tánger; a la ordenación hidroagrícola del Alto Uerga; al proyecto de desarrollo integral en Ued Lao (Tetuán); a la mejora del abastecimiento de aguas de Chauen, Alhucemas y Nador, y al programa de cooperación interuniversitaria. Otros dos proyectos de mejora de la eficiencia del regadío en Muruya y de reorganización del seguro agrario están también parados desde el año pasado.

Firma de un protocolo

La cooperación de Gobierno a Gobierno está suspendida porque la puesta en marcha de cada nueva iniciativa requiere la firma de un protocolo de intenciones y la aceptación por escrito, por la parte marroquí, de la subvención.

Desde que el 27 de octubre de 2001 el rey Mohamed VI llamó a consultas a su embajador en Madrid, ninguna autoridad marroquí ha querido suscribir esos documentos con sus interlocutores españoles. 'No vamos a criticar al Gobierno español por un lado y a poner la mano por el otro', explica un diplomático marroquí. 'Sería indigno'.

'El dinero que no se destina ahora a Marruecos no está perdido definitivamente para Rabat', añade un diplomático español. La cooperación se planifica a tres años vista -el actual periodo expira en la primavera de 2003- y las partidas presupuestadas para Marruecos pueden ser recolocadas en otros países del Tercer Mundo hasta que se normalice la relación hispano-marroquí y el vecino reciba la ayuda aplazada.

Además, no toda la ayuda gubernamental está paralizada. Los proyectos rubricados antes de que estallase la crisis siguen su curso. Las ONG españolas que trabajan en Marruecos siguen recibiendo las subvenciones 'como si no pasara nada', según Rodríguez Ponga, y se conceden becas a jóvenes marroquíes para cursar estudios en España.

Aunque la negativa de los marroquíes a firmar es el principal osbtáculo a la continuidad de la cooperación, no es el único. El secretario general de la AECI reconoció que hay otras 'dificultades, una de las cuales puede ser la inmigración ilegal, y eso trae como consecuencia que algunos de los programas bilaterales acordados, establecidos y presupuestados no se vayan a llevar a cabo'.

Control fronterizo

Rodríguez Ponga admitía así que el Ejecutivo español sanciona a Marruecos, recortando parcialmente la cooperación porque no ejerce un control eficaz de sus fronteras.

El presidente del Gobierno, José María Aznar, ya intentó en la cumbre europea de Sevilla de junio pasado que los Quince vinculasen la ayuda al desarrollo a los esfuerzos que los países del Tercer Mundo llevasen a cabo para acabar con la emigración ilegal hacia Europa. Varios Estados miembros, encabezados por Francia, aguaron la iniciativa.

'Los marroquíes huyen de Marruecos porque están desesperados, y ahora estamos aumentando su desazón rebajando la ayuda', afirma indignado Ricard Pérez Casado, portavoz socialista en la Comisión de Cooperación. 'La ayuda no se debe ligar a que dejen de enviar pateras. Hacerlo es una mezquindad'.

El acuerdo de empleo

Cuando había empezado la crisis hispano-marroquí pero no había alcanzado aún su paroxismo, los ministros Abbas el Fassi y Mariano Rajoy suscribieron en Madrid un acuerdo sobre empleo.El Fassi llegó a vaticinar, tras la firma, que hasta 20.000 trabajadores marroquíes podrían emigrar legalmente a España en 2002, pero su pronóstico optimista no se cumplió.El Gobierno de Rabat ha rehusado sistemáticamente dar fechas para la reunión de la comisión mixta que debía de poner en marcha el acuerdo de empleo.Como sucede con los proyectos de cooperación española en cartera, que tampoco quiere aprobar, Rabat se negaba a fijar una fecha para la cita. No quería caer en la incoherencia de arremeter, por un lado, contra el Gobierno español y, por otro, aceptar su ayuda.Quedaba así en desventaja con relación a los países latinoamericanos o de Europa del Este, que sí ponían en práctica sus acuerdos migratorios con España.Antes de que estallase la crisis, Rabat ya había renunciado a aprovechar el crédito blando de 50 millones de dólares para el desarrollo social del norte que le había concedido el Ejecutivo español con motivo de la visita de Mohamed VI a Madrid, en septiembre de 2000. No presentó ninguna solicitud de financiación con cargo a esa línea de crédito.

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