El consejero Franco atribuye a las empresas el 30% de los accidentes laborales mortales

El consejero de Trabajo del Gobierno de Jordi Pujol, Lluís Franco, atribuyó ayer a las empresas la responsabilidad del 30% de accidentes laborales mortales. En el discurso de una hora con que abrió el debate parlamentario sobre siniestralidad laboral, Franco fue incapaz de explicar a qué se debe el incremento de accidentes laborales mortales registrado en Cataluña en lo que va de año. La oposición, e incluso el PP, consideró que la política sobre prevención de accidentes ha fracasado. Los tres grupos de la izquierda anunciaron que hoy pedirán la reprobación del consejero.

El debate sobre la siniestralidad laboral había despertado expectación, sobre todo entre los sindicalistas. Varios centenares de ellos se congregaron ante el Parlament para dar un toque de atención y el secretario general de CC OO, Joan Coscubiela, siguió el debate desde la tribuna. La oposición esperaba que el debate sirviera para rectificar una política que este año no ha podido evitar 135 muertes por accidente laboral en Cataluña.

Las esperanzas dieron paso a la decepción cuando el consejero Franco avanzaba en su discurso, se reafirmaba en la bondad de su política y colocaba al Departamento de Trabajo en el cuarto puesto entre los que tienen responsabilidad en esta materia. Atribuyó la responsabilidad, primero, a las empresas; en segundo lugar a los trabajadores; en tercero a los sindicatos y las patronales. Y en cuarto lugar situó a las administraciones. Por si no quedaba claro, explicó que el 30% de los accidentes laborales mortales son accidentes de tráfico durante la jornada laboral; el 28% lo atribuyó a causas naturales y dijo que en torno al 30% son debidos a deficiencias en la organización del trabajo, en la maquinaria o instalaciones, o en las medidas de protección. Es decir, responsabilidad de las empresas. El 7% son debidos, agregó, a factores individuales responsabidad de los trabajadores.

Acompañó luego este enfoque con un diagnóstico que mereció de la oposición el calificativo de 'digno de estudiante en prácticas' y un alud de datos de tipo administrativo, en los que no introdujo novedad alguna sobre anteriores comparecencias.

La reacción de la oposición fue recordar a Franco que el Gobierno de Pujol tiene las competencias en esta materia desde 1981 y que el resultado es que, actualmente, Cataluña está a la cabeza de la siniestralidad laboral. El diputado socialista Joan Rañé destacó que en la presente legislatura, cuando Franco se hizo cargo del Departamento de Trabajo, la siniestralidad no ha hecho más que aumentar. 'Y en este año, el 14% más que el anterior', precisó.

La diputada del PP Alicia Sánchez Camacho reclamó a Franco que explicara qué sucede en el 2% de empresas en las que se concentra el 46% de accidentes y adelantó que su grupo quiere que el Gobierno de CiU adopte un plan de choque para salir de esta situación.

Animado por los sondeos sobre intención de voto que auguran un crecimiento de ERC, el diputado de este partido Josep Huguet adelantó que hoy presentará una batería de medidas 'para ejecutar en seis meses', porque es el último tiempo hábil que le queda al Gobierno de CiU 'antes de pasar a la oposición'. José Luis López Bulla, de Iniciativa per Cataluña Verds ICV, dio también por fracasada la gestión del consejero y auguró que seguir con su actual ineficacia es 'mantener el fracaso'. En su opinión son necesarias 'nuevas reglas en la concertación social' para acabar con un modelo laboral que no tiene en cuenta la salud y la seguridad de los trabajadores.