El grupo francés Actaris quiere cerrar su planta de Montornés para fabricar en Hungría

El fabricante francés de contadores eléctricos y de agua Actaris ha decidido suspender la actividad en su planta barcelonesa de Montornès del Vallès y potenciar su fábrica situada en Hungría, en la localidad de Gödöllö. Los sueldos en Hungría son dos veces más bajos que en España. Fuentes de la empresa dijeron ayer que el cierre, que ha sido planteado a la Generalitat, afectará a los 150 empleados de producción y se mantendrán alrededor de un centenar de empleos de personal comercial y de producto. La empresa admite que tiene beneficios y atribuye la medida a razones organizativas.

Un portavoz de la dirección admitió que el traslado de producción se debe a una apuesta de futuro que comportará una reorganización de las plantas en varios países. 'Ya no hay ninguna empresa del sector produciendo contadores en España. Nuestros clientes son las compañías eléctricas y nos presionan para que recortemos precios. Y esta reducción de costes sólo la podemos hacer fabricando en países con costes salariales más bajos', afirmaron las fuentes de la empresa.

La dirección de Actaris ya ha presentado un expediente de rescisión de contratos ante el Gobierno catalán. La empresa ofrece a los sindicatos un plan social consistente en contratar a una empresa especialista en recolocaciones. 'La plantilla tiene buena formación y puede recolocarse', dijo el portavoz.

Dos años de beneficios

Santiago García, responsable del metal de CC OO del Vallès Oriental, afirmó que la empresa ha tenido unos beneficios de 15 millones de euros (2.500 millones de pesetas) entre los años 1999 y 2000.

La oferta de intentar recolocar a la plantilla es la misma que lanzó la multinacional Lear cuando decidió cerrar su planta de Cervera. En el caso de Lear, pasados cinco meses desde el cierre, sólo una mínima parte los trabajadores de la empresa han logrado recolocarse, aunque la empresa pidió un plazo de seis meses, que se cumple el mes que viene, para evaluar el éxito de las recolocaciones.

Actaris, una multinacional que opera en 30 países, produce contadores electromecánicos en Montornès del Vallès. Ahora ha decidido sustituir este producto por contadores electrónicos, pero quiere hacerlo en Hungría, donde ya tiene una planta. El salario medio anual de un trabajador en Hungría es de 3.629 euros al año (603.800 pesetas), aproximadamente una tercera parte del salario medio español, que es de 12.237 euros (2,036 millones de pesetas), según datos de la consultora de recursos humanos Watson Wyaat.

En busca de un abaratamiento de sus costes, en lo sucesivo toda la fabricación de contadores en Europa se realizará en la planta de Hungría y en la que la empresa tiene en Oporto (Portugal).

El traslado de producción de Actaris hacia un país del Este europeo sigue a las recientes decisiones adoptadas por otras empresas. Entre ellas figuran la firma norteamericana Lear, que ha cerrado su planta de Cervera (Segarra) para producir en Polonia, y Seat, que ha decidido fabricar el 10% del modelo Ibiza en la planta de Volkswagen en Bratislava (Eslovaquia).

Las causas organizativas que arguye la empresa para dejar de producir en Montornès del Vallès son uno de los cuatro supuestos previstos en la ley para que una empresa pueda cesar en su actividad. Los otros tres motivos que prevé la ley son técnicos, económicos y de producción. El permiso de cierre debe darlo el Departamento de Trabajo de la Generalitat basándose en las causas que exponga la empresa. Un portavoz de la dirección de Actaris dijo ayer que el Departamento de Trabajo ya tiene un expediente de rescisión de empleo desde principios de este mes.

Según Santiago García, de CC OO, la empresa ofrece prejubilaciones para los mayores de 58 años, y para el resto de la plantilla, una indemnización de 30 días por año trabajado.

Los sindicatos informaron de que esperarán a una reunion prevista para el próximo jueves para decidir su actitud ante el cierre de la planta. Fuentes de CC OO no descartaron movilizaciones si la empresa no suaviza sus propuestas.

El flujo de inversiones en los países del Este ha crecido en los últimos años. Las empresas españolas han invertido en el Este 1.652 millones de euros entre 1999 y 2001, según el Registro de Inversiones Exteriores del Ministerio de Economía. Las empresas catalanas Ficosa y Estampaciones Sabadell, del sector auxiliar del automóvil, se han instalado en Polonia.