Una juez imputa a 25 policías por el desalojo de una casa 'okupa'

Imputación para los policías y exculpación para los okupas. Ésa es la decisión que ha adoptado la magistrada María del Carmen Suárez, titular del Juzgado de Instrucción número 21 de Barcelona, quien ha citado a declarar como imputados a 25 policías que mantuvieron una batalla campal con un grupo de jóvenes de la Kasa de la Muntanya, en el barrio de Gràcia, después de haber desalojado pacíficamente un inmueble vecino.

Los hechos ocurrieron el 17 de julio de 2001 frente al número 24 de la avenida de Sant Josep de la Muntanya, al pie del parque Güell. Una comisión judicial protegida por la policía realizó de forma pacífica el desalojo de Can Ñoki, pero al acabar esa acción los agentes y los jóvenes de la Kasa de la Muntanya, colindante de aquélla, se enzarzaron en una batalla campal, primero por las calles de Gràcia y después en el interior de ese inmueble, donde acabó entrando la policía. Diecinueve personas fueron detenidas y los okupas y la policía se cruzaron denuncias mutuas en los juzgados.

La policía acusaba a los jóvenes de desórdenes públicos, atentado y daños, y los detenidos aseguraron que la policía cometió un supuesto delito de detención ilegal, lesiones y robo. Al final, la juez separó las denuncias en dos procesos.

El pasado 9 de octubre dictó un auto por el que exculpaba a 18 de los 19 detenidos y sólo abrió juicio oral contra uno de ellos por desórdenes públicos. La magistrada llega a esta conclusión por considerar que no existen pruebas que demuestren que los jóvenes 'hubieran puesto barricadas, dañado contenedores, vehículos policiales o privados, edificios u oficinas bancarias ni agredido a agentes de la autoridad'. Añade la juez que 'lo único cierto es que se encontraban en el lugar de autos en el momento de producirse los altercados, lo que únicamente constituye una sospecha de su participación' en aquellos hechos.

Símbolo del movimiento

Sin embargo, en el procedimiento abierto contra la policía la magistrada cita a declarar como imputados a los 25 agentes que constan en el atestado redactado aquel día, tal y como solicitaban los abogados de la acusación. Las comparecencias se iniciarán el 27 de noviembre y concluirán el 23 de diciembre. La juez reclama que acuda un intérprete porque los abogados de la acusación se expresan siempre en catalán.

La Kasa de la Muntanya, situada en el número 31 de la misma avenida de Sant Josep de la Muntanya, es un símbolo del movimiento okupa en Barcelona, pues está habitada desde 1989, todo un récord en estos casos. Hasta finales de la década de 1970 había sido una casa cuartel de la Guardia Civil y estuvo más de 10 años abandonada. Actualmente existe un pleito civil sobre su titularidad, que reclaman los propios okupas, la familia Güell y el Ministerio de Economía.

Los abogados aseguran que la policía entró en esa casa sin orden judicial y detuvo a algunos ocupantes por considerar que eran los responsables de la lluvia de objetos que había caído sobre ellos tras el desalojo de la otra casa. Los okupas, además, creen que la policía se llevó pertenencias suya al entrar en el inmueble.

Por el contrario, la policía siempre defendió la legalidad de su actuación y aseguró que no entró en la casa sin esperar a tener una orden judicial que, a la vista de lo que estaba pasando, reclamó sobre la marcha al juez de guardia. Pero la juez opina que de momento los policías deben acudir a declarar como imputados.