Arzalluz duda de la autoridad del presidente de los empresarios vascos

El PNV no ha encajado nada bien las críticas de la patronal vasca, Confebask, a la propuesta soberanista del lehendakari, Juan José Ibarretxe. Ayer, el presidente de la formación nacionalista, Xabier Arzalluz, cuestionó la capacidad del presidente de la organización empresarial, Román Knörr. '¿Quién es Knörr para tomar esa iniciativa?, ¿ha hablado el empresariado o la dirección de los sindicatos empresariales?', se preguntó Arzalluz en una entrevista en Radio Euskadi, la emisora pública vasca.

Arzalluz acusó a los dirigentes de las patronales de ser 'básicamente funcionarios'. Para redondear su afirmación y su ataque a Knörr, señaló que Confebask está formada esencialmente por pymes (pequeñas y medianas empresas) y que la familia Knörr vendió su negocio familiar 'a los americanos', en referencia a la venta de refrescos Kas a Pepsico. Señaló también que Knörr es consejero del BBVA, una 'gran empresa'. Sin embargo, Arzalluz omitió que actualmente los negocios personales del presidente de Confebask son pymes del ámbito de la alimentación.

División en Adegi

El líder nacionalista advirtió de que la postura empresarial puede cambiar. Así, aseguró que las patronales vizcaína (Cebek) y guipuzcoana (Adegi) no acompañaron a Knörr en la lectura del comunicado en Ajuria Enea, porque estaban en 'contra' de que se leyera tras la reunión con el lehendakari. Los empresarios vascos esperaron hasta el miércoles día 9 para dar su opinión sobre la propuesta, después de escuchar a Ibarretxe, y anteriormente las patronales vascas, tras un encuentro de nueve horas, fijaron su postura común. Ayer, consultadas por este diario, se negaron a opinar. En todo caso, Cebek expresó que estaban estudiando la cuestión y admitió que había corrientes en su seno.

En Adegi las cosas han ido más lejos. La dirección de esta patronal, en contra de las tesis mayoritarias, que daban su apoyo a la propuesta de Knörr, ha convocado una reunión para el lunes de su consejo rector y de su consejo ejecutivo. Fuentes de la dirección de Adegi aseguraron ayer que sospechan que los minoritarios quieren plantear un documento alternativo y hablan de una posible ruptura. Señalaron también que están recibiendo fuertes presiones desde el PNV.

Pese a esta situación, Arzalluz dijo que era una 'maldad' decir que el PNV busca la división del empresariado vasco y afirmó que este colectivo está 'bajo la propaganda del miedo económico de Madrid'.

Para el dirigente del PP vasco, Jaime Mayor Oreja, las palabras de Arzalluz muestran que el PNV 'no sólo no soporta el no, sino que tampoco aguanta la diferencia'.