La justicia archiva de forma definitiva una causa contra el alcalde de Tarragona

Carpetazo definitivo. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ratificó ayer el archivo de la causa penal contra el alcalde de Tarragona, Joan Miquel Nadal, acusado de tráfico de influencias por mediar para que una empresa a la que estuvo asociado obtuviera un permiso para instalar un establecimiento de lavado de coches. Nadal ya fue exculpado de este caso hace seis meses, pero la fiscalía recurrió y ahora la Sala de lo Civil y Penal del TSJC ha ratificado aquella decisión.

Con todo, el tribunal considera que Nadal tuvo una conducta 'poco ejemplar' y que su actuación fue 'poco ética políticamente', aunque no ve indicios de que cometiera un delito. En el auto, del que es ponente el magistrado Guillem Vidal, presidente del TSJC, se asegura incluso que la actuación del alcalde es 'sancionable por vía administrativa' y se comparte el criterio del fiscal, según el cual Nadal no debería haber mediado en el caso 'por los intereses que tenía'.

La sanción de la sociedad

En el auto judicial se afirma que el tráfico de influencias es un 'uso social público lamentablemente frecuente (...) que sólo puede ser sancionado por la propia sociedad', en alusión a la celebración periódica de elecciones, y que el derecho penal sólo debe castigar las 'infracciones graves que la misma sociedad reprueba por su excepcionalidad'. Siguiendo ese razonamiento, el TSJC recuerda que para cometer un delito de tráfico de influencias no basta con que una autoridad medie ante otra para lograr ciertos fines, sino que es necesario que 'haga valer su condición para conseguir lo que, sin ella, nunca podría conseguir'. Y en este caso, los jueces concluyen que Nadal no se prevalió del cargo.

La Comisión Provincial de Urbanismo denegó en 1991 a la sociedad Hypromat la licencia para instalar un establecimiento de lavado de coches y tres años después lo autorizó a otra sociedad después de la mediación de Nadal. El alcalde de Tarragona participaba en la adjudicataria, Palestra Latina, a través de la empresa Pronaus Tarraco.

Joan Miquel Nadal admitió ayer que posiblemente cometió un error al mediar en el asunto, pero añadió que 'no merecía lo que ha pasado', en alusión a la investigación que se ha seguido contra él, y que se ha tardado demasiado en evaluar ese error, informa Lali Cambra. La investigación de la fiscalía se inició en 1994 y el caso ha pasado por numerosos trámites, incluido el Tribunal Supremo, pues Nadal fue senador durante unos años. Cristóbal Martell, abogado defensor, aseguró ayer que su cliente y el Ayuntamiento han estado sometidos durante tiempo a 'una larga auditoría penal finalmente superada'.