Bruselas expedientará a Francia por dar ayudas ilegales a EdF

Francia, España, Italia y Alemania sufrirán el próximo miércoles serias amonestaciones de la Comisión Europea. La más grave corresponderá a París por la anómala situación que supone en el mercado europeo la existencia de una empresa pública como Electricité de France (EdF) que se beneficia de unas condiciones próximas al monopolio. España e Italia también serán amonestadas. En ambos casos, Bruselas cuestiona que hayan adoptado normas para cerrar el paso a la compañía francesa.

Bruselas, según fuentes de la Comisión, abrirá una investigación contra Francia porque EdF ha abusado gravemente de su estatuto especial como empresa pública y por unas ayudas estatales que recibió en 1997 y que la Comisión cree que fueron ilegales.

El estatuto especial de EdF, según descubrió la Comisión el año pasado, está basado en una legislación nacional según la cual esa empresa pública no puede atravesar ninguna situación económica de la que pueda derivarse una quiebra. Ese principio general, también aplicable en otras empresas públicas europeas de sectores estratégicos, 'se ha llevado demasiado lejos en Francia', señalan las fuentes informantes. 'EdF ha abusado de ese estatuto', agregan, 'y ha obtenido importantes ventajas que en principio chocan contra la legislación comunitaria'.

El segundo motivo para abrir el procedimiento de infracción se basa en unas importantes ayudas de Estado que EdF o alguna de sus filiales recibió en 1997 y que los servicios de la Competencia que dirige el comisario Mario Monti entienden que pueden ser ilegales. El caso llega cuando en Francia se están registrando amplias movilizaciones de protesta ante el anuncio del actual Gobierno francés de iniciar a medio plazo la privatización de la empresa.

Cuando desde hace años Bruselas y la mayoría de líderes de los Quince reclaman la apertura y liberalización de los mercados energéticos, frenadas en buena parte por el Gobierno francés, Electricité de France (EDF) mantiene una situación monopolística en Francia y utiliza sus elevados beneficios (841 millones de euros el año pasado y más de 1.000 el anterior) para introducirse en los principales países europeos. De hecho, tiene 31 millones de clientes en Francia, pero otros 20 en el resto de la Unión Europea. De los 11.000 millones de euros que ha invertido en el exterior, un 74% han correspondido a otros países europeos.

El año pasado, por ejemplo, logró introducirse en los mercados español e italiano a través, respectivamente, de Hidrocantábrico (con su participación en la alemana EnBW) y de Montedison y Italenergia. Para evitar precisamente estas incursiones, los Gobiernos de Italia y España habían aprobado legislaciones especiales que limitaban el porcentaje de participación extranjera (al 3% en España) y la utilización de los derechos accionariales.

Justamente la existencia de esas leyes especiales, en España a través de la ley de Acompañamiento, es la que merecerá también un aviso de la Comisión contra Madrid y Roma el próximo miércoles. Bruselas cree que ambos Gobiernos no llegaron a utilizar esas normas especiales contra EdF, puesto que finalmente la empresa francesa penetró en esos mercados, pero entiende que las propias normas no se ajustan al derecho comunitario. Por eso, Bruselas lanzará contra España e Italia el primer paso para la apertura de un procedimiento de infracción. Si los dos Gobiernos no cambian o anulan las leyes, el caso puede acabar en el Tribunal de Justicia de la UE.