Los arquitectos también critican las obras de reforma de La Vaguada

'Mutilación', 'destrucción', 'traición al compromiso inicial'. Con estos adjetivos, el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid y el Club de Debates Urbanos se han unido a la polémica en torno a la reforma del centro comercial La Vaguada, obra del fallecido artista lanzaroteño César Manrique y del arquitecto José Ángel Rodrigo. La Fundación César Manrique tildó hace tres semanas de 'agresión al artista' las obras de La Vaguada.

El Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM) y el Club de Debates Urbanos han emitido sendos comunicados en los que critican con dureza las obras que se están realizando en el centro comercial La Vaguada (Fuencarral-El Pardo), obra del fallecido artista lanzaroteño César Manrique y del arquitecto José Ángel Rodrigo. Los arquitectos se unen así a la Fundación César Manrique, que hace tres semanas emitió un comunicado en el que tachaba la reforma de 'agresión' y 'traición' a la obra de Manrique.

El informe del COAM, que firma Vicente Patón, miembro de la comisión de patrimonio, critica que el centro comercial no tenga protección alguna. 'En el caso de La Vaguada, comprobamos una vez más la fragilidad que afecta a la arquitectura contemporánea, que no tiene ni siquiera los derechos de respeto a la autoría que amparan a la obra artística', señala, y recuerda las reivindicaciones vecinales del barrio del Pilar en contra de la construcción de La Vaguada en los años ochenta y cómo el proyecto de Manrique y Rodrigo consiguió conciliar los deseos de los residentes y de los empresarios del centro comercial. 'Esta obra fue el primer multicentro comercial de gran escala que se realizó en Madrid, y, sin lugar a dudas, el más afortunado de todos los que se han ido construyendo a lo largo de sus 20 años de existencia', señala el comunicado. 'Las radicales reformas desvirtúan el edificio tanto interior como exteriormente y mutilan y tergiversan la obra artística de Manrique, que habría merecido mejor homenaje en el décimo aniversario de su muerte que la destrucción de esta obra'. 'La costosa inversión que se está realizando en el conjunto arroja un desolador resultado', continúa el informe.

El Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid critica que los techos están siendo sustituidos por 'convencionales candilejas lineales' y que las plantas que filtraban las luces naturales y artificiales y las lámparas diseñadas por Manrique hayan desaparecido. Y va más allá: 'Las ligeras barandillas blancas son ahora unas pesadas piezas de acero inoxidable. Las áreas de descanso en piedra serán sustituidas por dibujos que ya nada expresan'.

Protección de edificios

El COAM hace una reflexión de lo que supone la reforma de La Vaguada para la arquitectura moderna y reclama la protección de los edificios de la última mitad del siglo XXI. 'Consideramos que debería devolverse esta obra al estado anterior, recuperando su sentido original y a salvo de actuaciones que no sean cuidadosamente estudiadas, de forma que no supongan una pérdida de sus valores arquitectónicos y artísticos', concluye el comunicado.

La dirección del centro comercial siempre ha defendido que la reforma respeta el 'espíritu' que César Manrique quiso dar al complejo y que no pretende destruirlo, ya que, a su juicio, el artista lanzaroteño es precisamente la 'identidad' del centro. Para ello, la dirección del complejo comercial señala que elementos de la identidad de Manrique como las velas que hay en la parte exterior seguirán en su sitio y que el nuevo logotipo de La Vaguada es un homenaje al artista. Además, señala que se respetarán los 16.000 metros cuadrados de mármol blanco que cubren el suelo, a pesar del alto coste que suponen en mantenimiento. Las escaleras mecánicas se reforzarán con un ascensor panorámico mediante el que se accederá a todas las plantas.

Hace unas semanas, en una visita que realizó al centro comercial el alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, el regidor pidió a la dirección del centro comercial que respetase la obra de Manrique.

La concejal socialista Marta Rodríguez-Tarduchy exigió, por su parte, la paralización de las obras de remodelación. 'La empresa que explota el centro comercial tiene que hablar con todas las partes que se están movilizando: políticos, vecinos y arquitectos. Incluso el alcalde ha pedido que respeten el espíritu de la obra', concluyó la edil.

El Club de Debates Urbanos, que engloba a arquitectos progresistas y que está presidido por Ricardo Aroca, incide en que La Vaguada fue el resultado del 'compromiso' entre el movimiento vecinal, el Ayuntamiento y la empresa propietaria del centro. 'El Ayuntamiento de Madrid, como mediador y garante de ese acuerdo, tiene una responsabilidad que no caduca con los años, y no debe autorizar modificaciones sin asegurarse previamente de que no traicionan el compromiso inicial, lo que requiere consultar con los vecinos y los autores del proyecto en la medida en que ello sea posible', concluye Aroca.