¿Qué Europa?
¿De qué me sirve pertenecer a una Unión Europea cobarde y sumisa que al final dará inmunidad a los acusados de EE UU ante la Corte Penal Internacional, y que discrepa y no se pone de acuerdo en apoyar la locura de Bush para atacar Irak?
¿Qué me aporta una Unión Europea mezquina y ruin que se resiste a dar luz verde a la ampliación?
¿Qué me enseña la visión tan mojigata de algunos países de la UE, entre ellos España, para ensayar con células madre embrionarias?
¿Con qué ilusión puedo mirar a una Europa egoísta que pone cada vez más barreras a los que llegan de fuera buscando el bienestar que sus propios países no son capaces de darles?
¿Es ésa la Europa que decidimos construir?
Yo quiero una Europa fuerte, unida, justa, con criterio propio, que haga llegar su voz a todos los confines del mundo y que nos diferencie por su justicia y por su sensibilidad ante los temas que así lo requieran.
Sólo entonces podré sentirme orgullosa de ser europea.
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