Las otras lenguas en la universidad
El nivel de idiomas está entre los principales criterios de selección profesional, según AdeitLas lenguas extranjeras son opcionales en la mayoría de estudios universitarios valencianos
Para entrar en Europa hay que adaptar el sistema de créditos, se crean suplementos al diploma para que los títulos sean válidos entre universidades, y se pregonan los objetivos de la Declaración de Bolonia, al tiempo que se insiste en la madurez que confiere el intercambio internacional para los graduados. Pero la pujante internacionalización se disipa cuando se echa un rápido vistazo a la oferta lingüística universitaria.
El problema se evidencia cuando el titulado se dispone a buscar trabajo. El conocimiento de idiomas constituye uno de los principales criterios de selección de candidatos de las empresas, según un estudio efectuado por la Fundación Universidad-Empresa Adeit a 515 empresas valencianas. Por otra parte, el 35% de los graduados españoles tiene 'escasos' o 'nulos' conocimientos de inglés, según un estudio del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas, patrocinado por Bancaixa. El 77% no sabe francés y el 67% desconoce el alemán. La media española es tras la italiana la peor de Europa. En las universidades valencianas no hay estudios que midan el nivel de idiomas de los estudiantes, a excepción del valenciano, pues en la Universidad de Valencia, por ejemplo, se pregunta por el grado del valenciano en las matrículas. Las lenguas extranjeras son asignaturas optativas o materia de libre elección. Sólo en algunas titulaciones, como en el caso de Informática, en las técnicas, o en las filologías, Magisterio y Turismo, las asignaturas son troncales u obligatorias. Las primeras las implanta el ministerio; las segundas, cada universidad. Todos los departamentos de idiomas universitarios consultados aseguran que el tópico es cierto: la oferta de idiomas en las universidades es limitada. Es más, 'los estudiantes llegan a la universidad con un nivel intermedio de secundaria, y al llegar aquí, se diluye', asevera la mayoría. Para continuar con la formación, los universitarios optan por academias privadas o las escuelas oficiales de idiomas. Por lo demás, y aunque muy recientemente, las universidades valencianas han empezado a potenciar servicios para el aprendizaje de idiomas.
'No cabe duda de que las universidades querrían ofrecer el máximo de servicios, pero esto se relaciona con los recursos de los que disponen, y éste no parece el momento más boyante en el sistema universitario público', dice la directora del Servicio de Estudiantes de la Universidad de Valencia, Charo Alvárez. No obstante le 'choca' por qué después de tantos años estudiando un idioma los estudiantes españoles entran a la universidad sin dominarlo: 'No podemos transferir la superación de carencias formativas siempre al tramo final', remata.
Que las universidades se están dando cuenta de la necesidad de nutrir a los profesionales a través de la enseñanza reglada es otra de las tendencias que se advierte. Una de las más jóvenes, la Universidad Jaume I de Castellón creó las asignaturas estilo UJI: 'En todas las carreras con carácter obligatorio hay idiomas, informática y una asignatura de Humanidades, incluso en las ingenierías', advierte la vicerrectora de Estudios de la universidad, Eva Alcón. 241 asignaturas de las 1.630 ofrecidas en la universidad son de idiomas, lo que representa el 14,79%. Después de Traducción e Interpretación (51,49%) y Filología Inglesa (45,30), las que mayor volumen de idiomas registran son las diplomaturas de Magisterio, en torno al 25%, y Relaciones Públicas y Psicopedagogía, hasta 22%.
En la facultad de Económicas de la Universidad de Valencia se han creado este año grupos internacionales, para que los alumnos que voluntariamente lo acepten reciban docencia bilingüe en materias troncales. Según el decano, Enrique Villarreal, los idiomas supondrán entre el 30% y 50% de la carrera. 'La asignatura es la misma por lo que no hace falta consultar al ministerio porque el plan de estudios es el mismo'. Las materias están acreditadas en dos titulaciones y las optativas en una. El número de plazas es de cuarenta.
En la Universidad Cardenal Herrera-CEU se han introducido este curso asignaturas voluntarias específicas en la facultad de Ciencias de la Salud. 'La decisión de implantar la docencia en inglés aquí y no en Ciencias Sociales obedece a que los docentes son más jóvenes y se han formado en el extranjero', explica Antonio Sanfeliu, director del Servicio de Relaciones Institucionales. Éstas son las principales novedades de un panorama cuyo horizonte cambió con la reforma de los planes de estudios. Antes los idiomas eran obligados ¿por qué cambiaron su estatus?
'Decidimos que fueran optativas, porque teníamos demasiados alumnos', aclara Ana Gimeno, profesora del departamento de Idiomas de la Universidad Politécnica de Valencia. 'Preferíamos que los que se matricularan estuvieran motivados', añade. La profesora niega que el cambio perjudique porque todas las asignaturas de la universidad, a excepción de Bellas Artes, ofertan asignaturas aplicadas a la carrera. No obstante, alerta de que 'la formación de idiomas en la universidad es siempre limitada'.
Brian Hughes, director del departamento de Filología Inglesa de la Universidad de Alicante, opina que la implantación de créditos infravaloró los idiomas: 'Los profesores se preocuparon de colocar bien sus asignaturas para no perder y los idiomas se acomodaron al plan'. Al revisar las titulaciones de su universidad destaca que 'en Turismo los alumnos no están muy maltratados, con dos obligatorias y dos optativas; aún así es poco'. En otras carreras tilda la exigencia de 'insuficiente'. 'Las lenguas son las marías', concluye. Este departamento imparte dos doctorados de Filología Inglesa y Traducción, y un master en traducción con 12 años de experiencia. El escenario todavía es peor en francés, confiesa Ángeles Sirvent, la directora del Departamento de Filologías Integradas de esta universidad. 'Tenemos demandas en las titulaciones, pero nos es imposible dar docencia específica por falta de plantilla', afirma. Además, analiza la escasa formación con la que los estudiantes llegan a la universidad: 'Para una interinidad en secundaria pueden aceptar que alguien imparta clases con un idioma cursado como segunda lengua'.
También se queja de la 'escasa consulta' a los especialistas Barry Pennock, el director del departamento de Filología Alemana e Inglesa de la Universidad de Valencia: 'No se nos ha pedido asesoramiento para la creación de los grupos internacionales en Económicas, ni nuestro profesorado da clase en el nuevo Centro de Idiomas de la Universidad'. Pennock, que no cuestiona lo desconocido, aboga por una 'colaboración más estrecha' para hacer del centro 'una escuela de idiomas para la comunidad universitaria y no una academia porque los profesores no son de la plantilla de la universidad y carecen de sus derechos y deberes'. El departamento que dirige da docencia optativa a cuatro grupos, de 60 alumnos cada uno en el campus de Burjassot, en algunas titulaciones sanitarias de Blasco Ibáñez, y la presencia es 'nula' en las Ciencias Sociales y Humanas. 'El caso más flagrante fue el de Periodismo', recuerda, 'las lenguas modernas formábamos parte de la comisión de título, pero curiosamente nos dijeron que se extinguió y se aprobó el plan'. Tampoco consiguieron entrar en Biblioteconomía. '¿Son decisiones académicas o se priman los intereses de los departamentos', cuestiona Pennock, con una dilatada carrera como profesor y director en escuelas oficiales y enseñanza secundaria.
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