Desembarco agrícola en Cuba

El embargo sigue en vigor, pero un grupo de empresarios estadounidenses ha conseguido algo que parecía imposible. Tras superar numerosas barreras administrativas en su país, han logrado que La Habana acoja por primera vez en 40 años una feria de productos agroalimentarios de Estados Unidos. Un gesto que fue elogiado la noche del jueves por Fidel Castro en la inauguración de la muestra: 'Hace mucho que los norteamericanos querían hacer esta feria, y lo han conseguido. Han trabajado mucho para esto. Éste es un paso importante'.

El líder cubano dejó en el armario su habitual uniforme y, con traje cruzado y corbata, visitó durante tres horas la muestra, en la que participan más de setecientos empresarios. En su recorrido, el presidente cubano, que siempre ha estado preocupado por mejorar la ganadería y la agricultura de la isla, conversó animadamente con el ganadero Ralph Kahler y sus hijos Cliff y Seth, de 13 y 11 años, que explicaron a Castro las características de la cría de ganado que desarrollan en las granjas Homedale de Minnesota. El presidente cubano no tuvo reparo en dar un biberón a un pequeño bisonte mientras los Kahler ampliaban sus explicaciones. Siempre en un ambiente distendido y seguido por periodistas y expositores, no tuvo reparo en tomarse una manzana de Washington, beber un batido de chocolate o seguir con detalle la preparación de una hamburguesa.

La representación de Minessota es una de las más destacadas de la feria. Con ella ha viajado el gobernador del Estado, Jesse Ventura, popular sobre todo por haber sido destacada figura de la lucha libre. Ventura se mostró encantado de estar en La Habana, pese a que recibió presiones para que no viajase a Cuba. Concretamente, el gobernador de Florida, Jeb Bush, hermano del presidente, le conminó por carta a que buscase otras vías para ampliar mercados a los agricultores de Minnessota. Aprovechó su afición a los puros para dejar caer que aborrece el embargo porque, si no existiese, 'podría acceder más fácilmente a los cigarros cubanos'. 'Todo el que ha seguido mi carrera', apostilló, 'sabe que creo en el capitalismo, pero a los 51 años prefiero tener amigos en vez de enemigos'.

El exilio cubano ha acogido con menos entusiasmo el desembarco de los empresarios estadounidenses en la isla. 'Es un gran fraude de Fidel Castro, ya que su Gobierno no tiene posibilidad de pagar los productos', declaró ayer en Miami Mariella Ferretti, portavoz de la Fundación Nacional Cubano-Americana (FNCA).

La feria, que concluirá el lunes próximo, fue autorizada por el Departamento del Tesoro estadounidense, del mismo modo que las compras de alimentos y productos agrícolas realizadas por Cuba a empresas norteamericanas desde finales de 2001, tras el paso del huracán Michelle. A ella han acudido 288 compañías de 33 estados de EE UU, además de Puerto Rico y el distrito de Columbia. La empresa estatal cubana Alimport firmó en la jornada inaugural acuerdos con destacadas compañías estadounidenses.