PSE y PP exigen al 'lehendakari' un proyecto contra ETA en vez de la reedición de Lizarra
Jaime Mayor acusa a Ibarretxe de asumir el discurso de ETA y la alternativa KAS
El Partido Socialista de Euskadi (PSE) y el Partido Popular rechazaron la propuesta del lehendakari, Juan José Ibarretxe, para avanzar hacia un nuevo modelo de relaciones con España, y le pidieron iniciativas concretas para luchar contra 'el problema de Euskadi': ETA. El secretario general del PSE, Patxi López, anunció a Ibarretxe que no se sentará a ninguna mesa mientras no haga 'todo lo posible política, judicial y policialmente contra ETA'. El presidente del PP, Jaime Mayor, advirtió al presidente vasco de que si 'profundiza en la ruptura' se responderá con el Estado de derecho.
Los representantes de los principales partidos de la oposición coincidieron en el diagnóstico de que 'ETA es el problema' y que la solución no pasa por un proyecto hacia un Estado cuasi independiente. Los dos líderes profetizaron crispación y ruptura tras el discurso de Ibarretxe porque se trata de un proyecto que deja apartada a la mitad de la sociedad vasca y apuesta decididamente por el nacionalismo y no por la libertad y la seguridad. En opinión de ambos, Ibarretxe ha reeditado, sin tregua de por medio, el Pacto de Lizarra firmado por los nacionalistas e IU cuatro días antes del alto el fuego de ETA y esa elección denota 'falta de perspectiva'. Según López, la propuesta es un pacto 'contra la convivencia' que instala 'el conflicto entre los vascos y con el resto de España'. Y criticó que Ibarretxe no hiciera 'autocrítica' ni planteara 'una sola medida para luchar contra ETA'.
López fue muy duro con Ibarretxe al calificar su discurso del 'más frustrante y decepcionante de los últimos años' y lo situó como el paradigma del partidismo y de la radicalidad. 'Usted se ha batasunizado' y como consecuencia de ello ha lanzado una propuesta 'para el país de los nacionalistas'. El PSE, que había comenzado a tender puentes al PNV, se encontró con un panorama cerrado a la aproximación de posturas, hasta el punto de que le dijo a Ibarretxe: 'Usted ha puesto sobre la mesa el nacionalismo más desfasado. No está a la altura de las circunstancias'.
Las circunstancias a las que se refería López son las de un país en el que la banda terrorista sigue matando y que tiene a la mitad de la clase política y judicial con escolta. 'Yo no quiero más nacionalismo, lo que quiero es libertad', dijo el portavoz socialista, para a renglón seguido anunciarle que su partido no participará en ninguna mesa para hablar del nuevo marco político 'mientras no haga todo lo posible judicial, política y policialmente contra ETA'. 'Porque no podremos discutir de igual a igual, porque no tendremos la misma libertad', añadió.
López, que también adornó su discurso con críticas a la gestión del Gobierno en temas educativos, económicos y de reparto de competencias hacia los ayuntamientos, subrayó: 'La bandera del Estatuto que ustedes han arrojado al suelo la seguiremos enarbolando nosotros'.
Crimen y mentira
El líder del PP vasco, Jaime Mayor, definió la propuesta de Ibarretxe como un espejismo que surge de la 'extraña asociación' entre el 'crimen y la mentira, entre ETA y el PNV'. A su juicio, es un 'proyecto irreal'. Para Mayor, el PNV está jugando peligrosamente a manejar la herencia política de ETA y a seguir sacando votos de Batasuna, hasta el punto de que la propuesta de Ibarretxe lo que hace es recoger el espíritu de la declaración de ETA del 16 de setiembre de 1998, cuando decretó la tregua indefinida, que duró 14 meses.
'No podía ser de otra manera porque usted ha sido el lehendakari de Lizarra'. Para el PP, Ibarretxe ha dado una vuelta de tuerca más a la propuesta política independentista al asumir la alternativa KAS, el discurso de ETA, y la ruptura como eje central de su discurso. 'Un desafío' en palabras de Mayor. 'Nuestra obligación democrática va a ser responder si usted profundiza en la ruptura con el Estado de derecho'. El presidente del grupo parlamentario popular también recordó al jefe del Ejecutivo vasco que 'la equidistancia entre verdugos y víctimas es una perversión moral'.
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