La experiencia laboral tendrá una cualificación equivalente en formación

Cataluña necesita más trabajadores cualificados. Aunque el 38% de los estudiantes optan por los estudios de formación profesional (FP), el mercado laboral reclama casi el doble de titulados: el 70%. Sindicatos, empresas y los departamentos de Enseñanza y Trabajo se han unido con objeto de elaborar un plan para aumentar el número de alumnos de FP y adaptar estos estudios a las necesidades actuales. Una de las novedades del proyecto es que el currículo laboral tendrá su equivalente en formación educativa.

El Plan General de Formación Profesional, que se aplicará en 2003, incluirá la puesta en marcha del Instituto Catalán de Cualificaciones Profesionales, que evaluará y calificará la experiencia laboral como formación. El instituto, que empezará a funcionar dentro de seis meses, 'elaborará cartas laborales que acreditarán las competencias adquiridas en el trabajo', declaró ayer Maria Rosa Fortuny, responsable de Formación Profesional del Departamento de Enseñanza.

La consejera de Enseñanza, Carme Laura Gil, explicó que el instituto realizará un 'catálogo integrado de los módulos de formación, para ver cómo se corresponden la formación reglada, la ocupacional y la experiencia' laboral. De ese modo, según Gil, 'el trabajador podrá añadir créditos a su capital formativo gracias a su experiencia, lo que se traduce en una cualificación profesional que se puede de adquirir también mediante la formación ocupacional o la FP reglada'. Según Lluís Franco, consejero de Trabajo, a partir de la puesta en marcha del instituto 'no sólo se tendrá en cuenta la formación de los trabajadores, sino también la certificación de su experiencia en el mundo laboral'. Y es que con el Plan General de Formación Profesional, presentado ayer por Carme Laura Gil, Lluís Franco y el conseller en cap de la Generalitat, Artur Mas, se pretende conseguir lo que reclaman muchos colectivos, especialmente el empresarial: el aumento de la mano de obra cualificada. 'Uno de los grandes problemas que tenemos es la falta de gente cualificada, y si no tenemos suficientes estudiantes de FP, perderemos carrerilla con vistas al futuro', señaló ayer Mas. En la misma línea, Joan Rosell, presidente de Fomento del Trabajo, señaló que 'actualmente la FP es tan importante como el mundo universitario o más'.

De que es un elemento importante para la Generalitat -'el núcleo duro de nuestras necesidades de futuro', dijo Mas- no cabe duda: el Gobierno autónomo invertirá en la FP 1.000 millones de euros en cuatro años, de los cuales el 90% se dedicará a la formación y calificación y a fomentar la ocupación y la competitividad. Con la puesta en marcha de este plan general, elaborado conjuntamente por sindicatos, empresas y los departamentos de Enseñanza y Trabajo como fruto, en gran parte, del Pacto por la Ocupación de Cataluña, de 1998, se conseguirá 'la puesta al día de estos estudios, la mejora de su percepción social y el aumento del número de estudiantes', declaró Fortuny.

Aunque el porcentaje de estudiantes que optan por cursar FP tras la ESO 'es alto, lo ideal sería que el 70% de los estudiantes estudiaran FP y el 30% restante acudiera a la Universidad', dijo Fortuny. Actualmente, esta proporción es la inversa. El proyecto presentado ayer unificará las tres formaciones profesionales actuales -la reglada, dependiente de Enseñanza, y la no reglada y la ocupacional, que hasta ahora pertenecían a Trabajo- para garantizar un sistema integral y de calidad.

La voluntad de impulso de la FP no es nueva: hace unas semanas los departamentos de Universidades y de Enseñanza anunciaron que a los alumnos titulados en Formación Profesional de grado superior que se matriculen en la Universidad se les podrán convalidar algunas de las asignaturas ya cursadas.