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Un largo adiós

El ex secretario general de CDC llevaba meses expresando su malestar por la línea política del partido

Y después de meses de darle vueltas, Pere Esteve dijo al fin basta. La decisión del ex secretario general de Convergència de darse de baja del partido y renunciar al escaño del Parlamento Europeo cayó como una bomba por su contundencia, pero su alejamiento de CDC venía fraguándose desde lejos. La crisis se ha larvado durante meses e incluso años. En ese tiempo, Esteve ha pasado de ser secretario general y teórico número dos de Convergència a ocupar una posición prácticamente de outsider dentro de su propio partido.

Pere Esteve había explicitado su descontento con la línea de Convergència en varias ocasiones en círculos nacionalistas de Cataluña y el País Vasco, y había insinuado a personas de su confianza que si CiU no ponía fin a su 'subordinación' del Partido Popular (PP), se vería obligado a tomar una decisión drástica. Ayer mismo repartió un dossier con artículos, entrevistas y declaraciones que demuestran su lento pero firme alejamiento del partido. Las principales discrepancias son las siguientes:

En poco tiempo pasó de número dos del partido a ser un 'outsider' en CiU

- Alianza con el PP. Pere Esteve ha defendido siempre un pacto nacionalista entre CiU y Esquerra Republicana (ERC) en el Parlament. Fue el único dirigente que apostó públicamente por pactar con Esquerra al inicio de la legislatura y no ha dejado de advertir de que el pacto con el PP llevaría al desastre a la federación nacionalista. Ayer, Esteve subrayó que la relación de CiU con el PP es de 'dependencia y subordinación'.

- Proyectos legislativos. El ex secretario general de CDC ha cuestionado sin matices algunos de los proyectos legislativos del Gobierno del PP que la federación nacionalista se ha visto obligada a respaldar. Esteve censuró sin ambages el Plan Hidrológico Nacional (PHN), pidió en una ejecutiva de CiU el voto en contra de la Ley de Partidos y también se desmarcó del nuevo sistema de financiación autonómica, que CiU presentó como un gran éxito de sus planteamientos. En los tres casos, Esteve planteó sus reservas públicamente y ningún otro dirigente significativo le respaldó.

- Declaración de Barcelona. La alianza con el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y el Bloque Nacionalista Galego (BNG) fue una de sus grandes apuestas como secretario general de CDC. Esteve concebía la Declaración de Barcelona como un instrumento para expresar sus tesis soberanistas, pero la dependencia del PP en el Parlament ha acabado despolitizando este foro, lo que le ha provocado una gran decepción.

- Liderazgo de Mas. Esteve renunció a la secretaría general de CDC sin expresar la más mínima oposición, para contribuir a reforzar el liderazgo de Mas. Él mismo fue uno de los dirigentes que le allanaron el camino, convencido como estaba de que era sensible a sus tesis soberanistas, pero la decepción personal con el hoy conseller en cap es total. Esteve considera que el proyecto de Mas pasa por seguir colaborando con el PP y, por tanto, es 'incapaz de superar el estancamiento que vive la política catalana'. A pesar de que Esteve precedió en el cargo a Mas como secretario general de CDC, éste apenas ha tenido en cuenta sus opiniones a la hora de decidir sus políticas. El conseller en cap no ha incluido nunca a Esteve en su círculo de colaboradores próximos ni le ha hecho ningún encargo relevante. Ni siquiera lo ha incorporado al comité de campaña que acaba de constituir para preparar las elecciones de 2003.

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