Un trasplante contra el fanatismo
'El principio de salvar una vida es uno de los grandes valores del judaísmo en los que se basa el Estado de Israel'. Quien así hablaba es Ari Jesner, hermano mayor de Yoni Jesner, un joven escocés de 19 años que el pasado jueves perdía la vida en Tel Aviv como consecuencia de un atentado suicida palestino en el que morían otras cinco personas. Pocas horas después de la muerte de Jesner, su familia donaba su riñón para que fuera trasplantado a Yasmin Abu Ramila, una niña palestina de siete años que vive en Ramala.