'El cáncer de pulmón será la primera causa de muerte tumoral también en las mujeres'
Hasta hace unos años, el objetivo prioritario del tratamiento del cáncer era aumentar la supervivencia del paciente y, si era posible, lograr también su curación. En la última década, sin embargo, ha cambiado bastante la sensibilidad médica ante el manejo del enfermo oncológico. 'Además de la curación, prima el concepto de calidad de vida', afirma David Khayat, copresidente de la International Oncology Foundation (Fundación Internacional de Oncología).
Khayat, que ha viajado a Madrid como codirector de la primera reunión mundial que organiza esta fundación científica creada en 2001, afirma que en un alto número de casos ya pueden ser controlados dos de los síntomas más frecuentes y peor llevados por los pacientes oncológicos, como son el dolor y el cansancio, así como también numerosos efectos secundarios del tratamiento (vómitos, náuseas o alopecia). El reto actual es tratar de que el paciente, independientemente de que logre o no la curación, mantenga un bienestar físico, psíquico y social', añade Khayat, jefe de Oncología del hospital Pitié-Salpétrière de París y profesor de la Universidad Pierre y Marie Curie.
'El reto ahora es lograr el bienestar físico, psíquico y social del paciente oncológico'
La curación del cáncer es desigual: 80% en niños, 70% en mujeres y 30% en hombres
Para perseguir un buen estado general hay que considerar también la vertiente emocional y de relaciones interpersonales. 'Los médicos debemos preocuparnos', dice Khayat, 'por combatir el cáncer, hacer que el paciente se encuentre bien, que no esté deprimido ni ansioso y que en la medida de lo posible no se vean alteradas sus relaciones familiares, sociales e incluso laborales'. 'Aunque los avances biomédicos nos están ayudando mucho a conseguir esto', agrega, 'un arma muy importante sigue siendo la de la comunicación entre médico y paciente'.
El enfermo, según el oncólogo, debe ver a su médico como su principal aliado en la batalla contra el cáncer, para que de esta forma el profesional tenga más recursos para ayudarle. Además, el enfermo y sus seres queridos deben estar bien informados de sus derechos para poder defenderlos.
Khayat recuerda que el cáncer de pulmón figura en los primeros puestos de las listas de tumores con peor pronóstico y asegura que en el cáncer de pulmón va a ser la primera causa de muerte por tumor maligno también entre las mujeres. En Estados Unidos ya lo es y en la Europa comunitaria, señala, empieza a ocupar los primeros puestos en algunos países, aventajando así al tumor mamario: 'El tabaquismo es el gran responsable de la morbilidad y mortalidad por cáncer de pulmón. Mientras que en Estados Unidos las mujeres empezaron a fumar después de la II Guerra Mundial, en Europa se incorporaron a este hábito en la década de 1960. De modo que es cuestión de tiempo, y todas las previsiones indican que en unos años la neoplasia de pulmón será la primera causa de muerte por tumor maligno en adultos de ambos sexos'.
Mientras que a principios del siglo XX la mortalidad por cáncer ocupaba el séptimo lugar en los países desarrollados, actualmente ostenta el segundo, tras las enfermedades cardiovasculares, e incluso en determinadas zonas empieza a figurar en el primero. ¿Cómo puede explicarse este ritmo de aceleración en apenas 100 años? El oncólogo francés responde que la esperanza de vida ha aumentado y el envejecimiento eleva el riesgo de cáncer. Otras razones son el tabaquismo, implicado en un gran número de procesos tumorales, y los cambios dietéticos, que nos han conducido a una alimentación mucho más rica en grasas saturadas y otros componentes nocivos. Otra de las causas hay que buscarla en el exceso de sol, que, por la moda del bronceado, ha disparado la prevalencia del melanoma. La polución y contaminación ambiental, y ciertos microorganismos patógenos, sobre todo virus, también han disparado los casos de cáncer.
En África, el cáncer es la primera causa de muerte en la población que ha superado los 15 años de edad. En los países en vías de desarrollo cada año se produce entre 60.000 y 70.000 nuevos casos de cada uno de estos tres tumores: hígado, cérvix o cuello de útero y estómago.
'Tres tipos de tumores', explica el experto del Pitié-Salpétrière de París, 'inducidos en gran medida por agentes infecciosos y que podrían prevenirse'.
El hepatocarcinoma primario, causado por el virus de la hepatitis B, se evitaría mediante vacunación frente a esta infección que afecta al hígado; el tumor de cérvix, inducido por el papiloma virus, también podría prevenirse mediante masivos chequeos ginecológicos, y el de estómago, en el que puede estar implicada la bacteria Helicobacter pylori, se reduciría mejorando las condiciones de salubridad.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el año 2000 se produjeron 10 millones de nuevos casos, de los que seis millones fallecieron. Para 2020 se prevé que aparecerán 20 millones de nuevos casos y 10 de ellos acabarán en muerte. El cáncer mata al 30% de la población mundial; los accidentes cardiovasculares son responsables de otro 30% de fallecimientos y del resto se ocupan todas las demás enfermedades.
Si se considera que actualmente se controlan la mitad de los cánceres, las tasas de curación en los países desarrollados por grupos de población son diferentes: 80% en los niños, 70% en las mujeres y 30% en los hombres. Esta diferencia de sexos se justifica, según Khayat, por la mortalidad generada por el cáncer de pulmón, que si hace una década tenía una supervivencia del 10% a los cinco años, hoy ese porcentaje sólo se ha elevado al 20%.
La International Oncology Foundation (IOF) es una organización mundial creada en 2001 que agrupa a 51 países, entre ellos España. Entre sus principales objetivos figura el de mantener informados a todos los especialistas del mundo de los avances que se van produciendo en el tratamiento del cáncer. Para ello, además de organizar encuentros internacionales, la Fundación ha creado una página web de acceso gratuito ( www.internationaloncologyfoundation.com).
'Se trata de que todos estemos unidos en la lucha contra el cáncer. Pero para eso no sólo basta el esfuerzo de los médicos e investigadores, sino que necesitamos la colaboración de las autoridades sanitarias y de la población general. La ciudadanía tiene que estar muy bien informada de cómo prevenir el cáncer cuando esto es posible y de acudir al médico para tener un diagnóstico precoz', dice Khayat.
La biología molecular es, según el oncólogo, la disciplina que más ha contribuido en la última década al conocimiento de la fisiopatología o forma de producirse el cáncer y, por ende, a abrir nuevas vías terapéuticas.
'Las actuales estrategias se dirigen', explica, 'hacia dianas muy concretas. Tenemos que conseguir matar la célula cancerosa sin dañar la sana'. Existen bastantes fármacos, en avanzada fase de investigación, como los inhibidores de la telomerasa, conocida como la enzima de la inmortalidad, o los inhibidores de la angiogénesis, proceso de formación de nuevos vasos sanguíneos que alimentan a la célula tumoral.
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