El curso de las normas

La Universidad del País Vasco (UPV) comienza el curso 2002-2003 rodeada de leyes, planes y normas. La LOU manda y ha colocado en el primer lugar de la agenda de actividades del tercer año de gestión del rector Manuel Montero la redacción de los nuevos Estatutos, los reglamentos que regirán las normas básicas de funcionamiento de la universidad pública.

Al contrario de lo que suele suceder en el ámbito de la Administración y del propio sistema educativo, su preparación y aprobación es improrrogable. Tal y como recoge la nueva ley, que da un plazo de nueve meses a los centros para definir su nuevo reglamento, la UPV tiene en el 11 de abril de 2003 la fecha límite para cumplir el detallado calendario preparado.

Aunque no con esta perentoriedad, el Rectorado también ha colocado el sello de prioridad a la elaboración de su Plan Estratégico, una iniciativa que servirá como referencia y guía en el desarrollo de la universidad pública vasca durante los próximos años. Lastrado ya por un considerable retraso, el plan se encuentra aún en la fase de constitución de los grupos de trabajo, formados por representantes de los distintos estamentos universitarios, que colaborarán con una consultora externa en la materialización de un documento cuya conclusión está prevista para enero.

Unos meses antes se conocerá el proyecto de ley vasca de universidades que el Ejecutivo de Juan José Ibarretxe quiere presentar este año. El objetivo que persigue esta nueva norma, tal y como se ha asegurado desde la aprobación de la LOU, es contrarrestar los efectos perniciosos que, a juicio del Gobierno autónomo, tendrá su aplicación en la universidad vasca, intención que el rector de la UPV, como ya ha manifestado en varias ocasiones, ve con buenos ojos siempre que se sigan y se respeten los mecanismos de actuación establecidos.

En un nivel más práctico, otra de las citas ineludibles en este curso 2002-2003 que ahora comienza para la UPV es el diseño del plan plurianual de inversiones para el periodo 2003-2008, cuyas prioridades y proyectos deben ser consensuados entre los centros, fase en la que se encuentra en la actualidad, para ser luego presentados ante el Ejecutivo.

Nuevas infraestructuras

Lo que ha dejado de ser futuro para convertirse en el emblema del campus de Álava es el edificio de la antigua residencia de Las Nieves.

Más de nueve millones de euros y la colaboración de varias instituciones han hecho posible la conversión de esta estructura en biblioteca central, aulario general, aulario informático y sede de los institutos universitarios del campus alavés.

Las obras para la construcción de un polideportivo junto al campus de Leioa y la reforma de la sede de la Escuela de Ingenieros de Bilbao, que acumulan por distintos problemas técnicos un notable retraso, en Vizcaya, y la finalización para finales de año del edificio de la Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Industrial de San Sebastián en el campus de Guipúzcoa son otras de las principales obras que en el apartado de las infraestructuras se van a culminar en el nuevo curso académico.