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Los curas casados analizan con Somos Iglesia los efectos de la pedofilia entre el clero

El 25% de los 400.000 sacerdotes católicos que hay en el mundo han abandonado el celibato

'Estamos más cerca. El pueblo de Dios nos acepta cada día más'. Este optimismo de la Federación Internacional de Curas Casados, 100.000 en todo el mundo, fue expresado ayer en la Universidad Carlos III de Leganés (Madrid) por el sacerdote Julio Pinillos, que ejerce en una parroquia de Vallecas. Casado desde 1977 con Emilia Robles, coordinadora de la corriente Somos Iglesia, Pinillos ha presidido la federación en los últimos 10 años. Ayer fue sustituido por otro español, el vasco Aitor Orube, misionero de los Padres Blancos. El escándalo de los abusos sexuales que afecta a la jerarquía católica de Estados Unidos ocupó parte de los debates del congreso de curas casados. 'No es un argumento de la federación, no queremos utilizarlo, pero es claro que, tristemente, favorece nuestra posición', dijo Pinillos.

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La corriente Somos Iglesia, que agrupa al catolicismo internacional más dinámico, ha reunido en Leganés a 500 delegados en el llamado Encuentro Internacional para la Renovación de la Iglesia Católica. Se celebra este fin de semana en la Universidad pública Carlos III y ayer acogió, como una más de sus actividades, al congreso de la federación de sacerdotes casados. Suman ya 100.000, de los que el 10% sigue ejerciendo su ministerio con diversa aceptación de la jerarquía. La Iglesia católica tiene 400.000 sacerdotes, de los que 19.000 son de nacionalidad española.

'Estamos aquí, en medio de este encuentro [de Somos Iglesia], apoyándoles, porque nuestra causa no tendrá camino si no es en un proceso más amplio de cambios y dentro de una Iglesia en comunidad que sea más servidora y menos señora', dijo Julio Pinillos, poco después de abandonar el cargo de presidente de la federación. Unos 6.400 curas españoles han contraído matrimonio en los últimos 25 años, en una sangría que preocupa a los dirigentes eclesiales, que reaccionan de muy diversa manera según en qué diócesis. Así, algunos de esos sacerdotes siguen trabajando en comunidades eclesiales después de casarse, y otros muchos son contratados como profesores de religión por sus obispos. Pero se les exige discreción, como si tuvieran que avergonzarse por ser casados. Un sacerdote de Murcia, ex rector del seminario diocesano, fue contratado como profesor y enviado al paro años más tarde, sin contemplaciones, porque apareció fotografiado en la prensa con su esposa e hijos.

Según el ya ex presidente de la Federación Internacional de Curas Casados, crece el porcentaje de aceptación entre las comunidades eclesiales: un 76% en España y cinco puntos más en Estados Unidos. En cambio, los católicos de Holanda y Alemania muestran cansancio en esa reivindicación y prefieren centrarse en lograr una reforma global de la Iglesia católica. El delegado de Estados Unidos, Anthony Padovano, cura en Nueva Jersey, informó al congreso de los efectos que está teniendo en ese país el escándalo de los abusos sexuales a niños por parte de curas y prelados de la Iglesia de ese país. 'Esas lamentables circunstancias favorecen la causa, pero no queremos utilizarlas. Nosotros seguimos con nuestros argumentos, que son incontestables: el celibato opcional realza tanto el celibato optado como el matrimonio optado', explicó Pinillos.

Respeto a la jerarquía católica, las reacciones son muy diversas. Desde obispos que 'comprenden, callan y dejan pasar', a otros que reaccionan con gran rigidez contra los sacerdotes que se casan. 'Hay un dato que llena de esperanza: el propio papa Juan Pablo II ha dicho a un grupo de sacerdotes italianos que la ley del celibato debe cambiar, pero que no quiere que sea en su pontificado', anunció Pinillos.

Una de las participantes en este encuentro de Somos Iglesia es Clelia Luro, viuda del obispo Jerónimo Podestá, prelado de la diócesis argentina de Avellaneda hasta que decidió contraer matrimonio. Podestá participó activamente en el Concilio Vaticano II y mantuvo su prestigio eclesial hasta la muerte, hace dos años, a pesar de su exclusión del episcopado activo.

Respecto a Somos Iglesia, ayer continuó sus debates y prepara una manifiesto, que hará público en el acto de clausura de este encuentro internacional, mañana al mediodía, en el que participará el obispo Tomás Balduino, de Brasil. Otro prelado de ese país, el catalán Pere Casaldáliga, titular de la diócesis de Sao Félix de Araguaia, lo hizo en un contundente mensaje leído por el teólogo y prior benedictino Marcelo Barros, para proclamar que el proceso conciliar es imparable. Treinta y cinco obispos han firmado esa petición de nuevo concilio. '¿Quién dijo miedo habiendo Pascua? Estamos en proceso conciliar. El espíritu lo alienta. Y somos millones', proclamó Casaldáliga, uno de los prelados más comprometidos con la teología de la liberación.

Directivos de la Federación de Curas Casados. En el centro, sentados, Julio Pinillos y Clelia Luro (derecha).
Directivos de la Federación de Curas Casados. En el centro, sentados, Julio Pinillos y Clelia Luro (derecha).C. ÁLVAREZ

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