Las Juntas Generales de Álava disuelven el grupo de Batasuna

Las Juntas Generales de Álava (Parlamento provincial) acordaron ayer la disolución del grupo de Batasuna y la pérdida de sus prerrogativas, convirtiéndose así en la primera institución del País Vasco que lo hace. La aplicación en el Parlamento de Navarra del auto del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, que ordena disolver el grupo de Batasuna, ha dado como resultado que sus siete parlamentarios vean aumentada su representación en las comisiones de la Cámara al pasar al Grupo Mixto.

La Mesa de las Juntas Generales de Álava tardó menos de 24 horas en suspender las actividades del grupo de Batasuna, tras haber recibido el jueves el auto dictado por Garzón el 26 de agosto. Las Juntas alavesas, donde tienen mayoría populares y socialistas, se convirten en la primera institución del País Vasco que cumple la resolución del magistrado de la Audiencia Nacional, dos días después de que el Parlamento se negara a hacerlo con los votos del PNV, EA e IU, alegando que invadía competencias de la Cámara.

La disolución del grupo de Batasuna y el paso de sus seis procuradores al Grupo Mixto de las Juntas Generales de Álava se aprobó con el respaldo de los tres representantes del PSE y PP, y el voto en contra de los dos miembros del PNV y EA. Al igual que en el Parlamento vasco, los nacionalistas alegaron que el auto judicial invade competencias de las Juntas y va contra su reglamento, por lo que anunciaron un posible recurso.

La presidenta de la Cámara foral, la socialista Xesqui Castañer, señaló que la decisión ha sido tomada en estricto cumplimiento de la Constitución, que en su artículo 118 señala que los autos judiciales son 'de obligatorio cumplimiento'. Además de la suspensión del grupo de Batasuna y el paso de sus integrantes al mixto, el acuerdo incluye la retirada de sus signos o logotipos en la institución y la retención de las subvenciones que percibía. No obstante, la Mesa ha solicitado al juez una aclaración sobre lo que debe hacerse con las ayudas económicas correspondientes al Grupo Mixto, ya que a partir de ahora queda integrado exclusivamente por los seis junteros de Batasuna; es decir, si pueden recibir las subvenciones de grupo o únicamente las asignaciones personales.

Hasta la pasada semana, el Grupo Mixto lo formaban los dos junteros de Ezker Batua, pero éstos se han servido de un recurso singular -el préstamo de un procurador del PNV- para alcanzar la cifra mínima de tres escaños que permite tener un grupo propio y no tener que compartir representación, ayudas y despacho con los procuradores de Batasuna.

El presidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa, propondrá el martes a la Mesa de la Cámara la presentación de la anunciada denuncia contra el juez Garzón por un presunto delito contra la división de poderes, por el auto en el que ordena la suspensión del grupo Araba, Bizkaia eta Gipuzkoako Sozialista Abertzaleak. Atutxa invoca los artículos 506 y 507 del Código Penal, que estarían 'expresamente diseñados para penar delitos de magistrados que, en el ejercicio de su funciones, se arroguen facultades o atribuciones legislativas o de iniciativas que no les corresponden'.

Por otro lado, los diputados de Batasuna verán duplicada a partir de ahora su presencia en 14 de las 20 comisiones de trabajo existentes en el Parlamento navarro por efecto de su paso al Grupo Mixto, en el que únicamente figuraba una parlamentaria de Batzarre, la formación de izquierda que abandonó Euskal Herritarrok (el anterior nombre de la formación radical) en 2000, cuando ETA rompió la tregua y volvió a asesinar. El Grupo Mixto pasa a tener ahora ocho miembros, con lo que le corresponde dos representantes en las comisiones. Batasuna ha impuesto en su seno el peso de su mayoría y, en virtud de lo acordado ayer con la parlamentaria de Batzarre, Milagros Rubio, contará con dos miembros en las 14 comisiones en las que ostentará la exclusiva representación del Grupo Mixto. En las cinco restantes, Milagros Rubio compartirá voz y voto con un parlamentario radical.

Además, su paso al Grupo Mixto les supone a los parlamentarios de Batasuna recuperar el derecho a liberar con dedicación exclusiva a uno ellos, el portavoz Pernando Barrena, que cobrará 42.700 euros anuales (la mayoría de los diputados del Parlamento foral sólo perciben dietas y gastos de kilometraje), al tiempo que mantienen el despacho de que disponían anteriormente, pero desprovisto ya del rótulo de Batasuna. La formación radical pierde, sin embargo, los 23.000 euros mensuales que percibía como subvención al grupo.