Una joven rapta a un recién nacido del hospital de Leganés

Daniel, un bebé de apenas unas horas de vida, sufrió ayer una dura experiencia: fue raptado de su cuna por Milagros C. G., una vecina de Fuenlabrada de 21 años con problemas mentales, que se lo llevó, en un descuido, de la unidad de maternidad del hospital Severo Ochoa, de Leganés. Tres horas más tarde la supuesta raptora fue detenida en su casa, en tanto que el bebé fue devuelto a sus padres sano y salvo.

La odisea de Daniel comenzó sobre la una de la tarde. Su madre, Lourdes L. C., estuvo hablando con una mujer que se acercó a su habitación, con la que comentó el parto que había tenido de madrugada. La madre se ausentó un momento al cuarto de baño y, cuando regresó a la habitación, en la cuarta planta de la maternidad, comenzó a gritar desesperamente: 'Mi hijo, mi hijo..., ¿dónde está mi hijo?'. Su compañera de habitación le rogó que se tranquilizara porque se lo había llevado la amiga con la que había estado charlando.

Entonces fue cuando empezaron los problemas. La madre comenzó a gritar que no conocía de nada a aquella mujer, por lo que avisó de inmediato a las enfermeras y al servicio de seguridad del hospital. Pero ya era tarde. Milagros C. G., la supuesta raptora, se subió al taxi de Vicente Chaparro y le pidió que le llevara a Fuenlabrada, sin concretarle más. 'Cuando lleguemos, ya le indicaré', dijo. Mientras, Daniel, ajeno a todo, permaneció tranquilo, envuelto en una toquilla blanca.

El trayecto concluyó en la confluencia de la avenida de los Estados de Fuenlabrada con la calle de Lima. Milagros pagó por la carrera 5,70 euros con un billete de 10 euros. Instantes después, entró en una farmacia y compró un biberón y papilla infantil para alimentar al pequeño.

Mientras, la policía local de Leganés movilizó a todos sus efectivos disponibles para intentar localizar al pequeño. Pasó el aviso a la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de la localidad. También alertó a las policías locales de los municipios limítrofes, en especial a la de Fuenlabrada, ya que el taxi fue visto cuando circulaba en esa dirección. Los agentes fuenlabreños vigilaron la entrada del municipio y preguntaron a los taxistas. Uno de ellos, Vicente Chaparro, había trasladado a una joven con un bebé hasta el municipio.

Pulsera con el nombre

Los agentes se desplazaron al lugar donde el taxista había dejado a la mujer y empezaron a preguntar en las farmacias. Una de las empleadas de una botica dio la descripción de la mujer que había comprado hacía poco tiempo productos para bebé. Los policías peinaron la zona y, en un momento dado, descubrieron una pulsera de plástico en la que ponía el nombre de la madre y el envase de un biberón junto al número 3 de la avenida de los Estados.

Los policías preguntaron a los vecinos hasta que localizaron a Milagros C. G. en el primer piso. Llamaron reiteradamente a la puerta, pero ella se negó a abrir, a pesar de la insistencia de los agentes. Al final, se entregó. El pequeño estaba tranquilo en una cuna. Fue recogido por la policía y trasladado al hospital Severo Ochoa, donde permanece con su madre.

La vecina de Fuenlabrada fue trasladada a la comisaría, donde se le tomó declaración. Antes de pasar a disposición judicial, será atendida por un psiquiatra. La joven sufría un embarazo psicológico que la tenía totalmente obsesionada, ya que desde hace más de un año estaba intentando, sin éxito, quedarse embarazada. La joven se había casado hace 15 días con un portugués.

Una portavoz del hospital Severo Ochoa aseguró que éste no ha incurrido en ninguna negligencia en la vigilancia del bebé. 'Cuando se entrega un recién nacido a su madre, se le dice que cuide de él y que, en caso de ausentarse de la habitación, avise antes a las enfermeras para que lo custodien'.